HONDURAS. Las Zonas Especiales de Desarrollo y Empleo, (ZEDE), también llamadas popularmente «ciudades modelo«, desde su aprobación en 2013, están dando de qué hablar ahorita en 2020, luego del supuesto intento de plantar la primera en la paradisiaca isla de Roatán, Islas de la Bahía.
Pero, ¿Qué son las ZEDES?
Cuando el Gobierno aprobó dichas «ciudades», la ley publicada en el Diario Oficial La Gaceta especificó qué son y cómo funcionarán.
Según la información oficial, las «Zonas de Empleo» son áreas del territorio nacional sujetas a un «régimen especial», en las que los inversionistas estarían a cargo de la política fiscal, de seguridad y de resolución de conflictos, entre otras competencias.
Lo anterior, significa que las ZEDES puede establecer sus propios órganos de seguridad interna, como, por ejemplo, conformar una policía al servicio de su área de desarrollo. A su vez, órganos de investigación del delito, inteligencia, persecución penal y sistema penitenciario. Así se estipula en su ley creadora, aprobada en 2013.
No obstante, sus tribunales internos seguirían siendo parte del Poder Judicial del Estado, aunque, pueden funcionar «de manera autónoma e independiente y bajo el derecho anglosajón (Common Law)». Por tanto, tiene la potestad, incluso, de recurrir a jueces extranjeros.
Las ZEDES han sido duramente criticadas por un sector de la política nacional, pues considera que son «un paso más hacia la pérdida de soberanía por parte del Estado, porque en esos territorios el que va a gobernar será el empresario privado«, tal como lo dijo el alcalde de Amapala, Valle.
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La idea
Sin embargo, hay quienes ven en las «zonas de desarrollo» una oportunidad de avanzar como país, postura que también es importante conocer y escuchar.
En ese sentido, TIEMPO dialogó como Guillermo Peña Panting, miembro de la Fundación Eléutera, quien comentó que la idea de las ZEDES nació con la intención de atraer inversión extranjera y nacional, ofreciéndole a los empresarios políticas confiables para venir al país.
«Con el sistema de las ZEDES, lo que se busca es crear marcos legales de confianza, sostenibles, prevenibles, para atraer otros niveles de inversión, más complejas, y así se mejora la calidad de vida, porque al ser servicios más complejos, también remuneran mejor«, dijo Peña Panting mediante una llamada telefónica.
En otras palabras, el entrevistado considera que la seguridad jurídica de Honduras es débil, y por tanto, las inversiones más complejas y largos plazos no ocurren, pues los empresarios no se atreven a probar suerte en el país.
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Diferencias con las zonas libres
Por otro lado, Guillermo Panting se refirió a las «zonas libres«, de las cuales, ya hay varias en Honduras. Y mencionó que éstas, a pesar de que sí están contribuyendo a la generación de empleo, pero «se han quedado cortas en ciertas áreas«.
Las zonas libres, «han sido exitosas para atraer inversión extrajera y local, han sido exitosas en mantener a personas trabajando, han sido exitosas en levantar la calidad de mano de obra, pero NO han exitosas en crear comunidades con mejor calidad de vida en sus alrededores«, dijo Panting, lo cual, sí puede ocurrir con las ZEDES.
Se vuelve mini-municipios
Asimismo, el entrevistado confirmó que una ZEDE sí se vuelve una especie «de municipio», que incluso, recauda impuestos para sí misma. Pues la alcaldía de la ciudad en donde se ubica no tiene potestad sobre ella.
«El municipio no tiene injerencia dentro de la zona económica especial, pues tienen su administración propia, independiente de la alcaldía. Pero, como tiene vecinos, debe trabajar con la Municipalidad, para tener una sana convivencia. Una ZEDE que no quiera trabajar con la alcaldía que está alrededor, siempre va a tener problemas«, cerró.
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