Honduras tiene un tratado con Gran Bretaña, el cual, establece que Islas de la Bahía no puede ser cedida a ningún otro país y que sus habitantes no serán molestados ni sacados de sus tierras.
Dicho acuerdo pone en duda la legalidad de «Próspera» en Roatán, la primera «zona de desarrollo», o ZEDE, del país, pues según la legislación de Honduras, cuando un tratado internacional rivaliza con una ley nacional, prevalece lo primero.
El Colegio de Abogados de Honduras (CAH), en su pronunciamiento de por qué las ZEDEs son inconstitucionales e ilegales en Honduras, hizo referencia al tratado firmado con Gran Bretaña, el cual, «sigue vigente» y debe respetarse, dijo Fredis Cerrato, presidente del gremio.
Según el CAH, Honduras podría ser demandada ante la Corte Internacional de Justicia ubicada en La Haya, Países Bajos, por incumplir tal tratado.
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Historia
En torno al tratado se han hecho comentarios desde las perspectivas política y legal, pero no histórica, la cual es igual de importante y relevante para entender la razón de su firma y bajo qué circunstancias ocurrió.
Y por esa razón, TIEMPO Digital se comunicó con José Carlos Cardona, quien es un conocido historiador hondureño que cuenta con basto conocimiento al respecto. «Hay toda una dinámica en torno al tratado, y hay leyes británicas que siguen vigentes«, dijo él inicialmente.
«Estados Unidos estaba peleando con Inglaterra quién de los dos se haría cargo de América Latina. Lo que EE.UU. quería era que las potencias europeas dejaran de tener posesiones en América, para que así, dicha nación, como potencia emergente, se hiciera cargo», agregó él.
Presidente asesinado
Resulta que, quien acordó dicho tratado, por parte de Honduras, fue el extinto presidente José Santos Guardiola, en 1859, político del Partido Liberal (PL) asesinado el 11 de enero de 1862, tan solo tres años después de estampar su firma.
«Mediante ese tratado, Inglaterra reconoció la soberanía de Honduras sobre Islas de la Bahía y La Mosquitia, luego de dos siglos de presencia, desde el XVII, en la zona insular del país», contó el historiador.
Durante la conquista, la población autóctona de las islas fue esclavizada y sacada hacia Cuba y España. Luego, los ingleses comenzaron a residir allí, y su vez, esclavos negros también se asentaron en las islas. De tal modo, la zona insular se llenó de personas europeas y africanas.
«Cuando se firma el tratado, se especifica que se va a respetar tanto la religión como las prácticas culturales de las dos sociedades. Básicamente, el tratado buscaba que las islas fueran de soberanía hondureña. Pero, que se preservara la composición de éstas y a sus ciudadanos, porque Inglaterra no iba a descuidar a su gente», dio a conocer Cardona.
Hay quienes argumentan que los linajes de las personas que vivían en las islas en 1859 ya desapareció, que la población actual es mestiza, y por lo tanto, el tratado pierde validez. No obstante, José Carlos Cardona señala que tal afirmación «es falsa», pues basta con revisar los apellidos de cada habitante para darse cuenta que sí hay descendencia.
Tratado inhabilita posibilidad de ZEDE
Tomando en cuenta lo anterior, y sabiendo que el trato continúa vigente «porque tanto Inglaterra y Honduras son países que todavía existen», la zona de desarrolla que se pretende instalar en Roatán es ilegal, según el entrevistado.
«El tratado menciona que no se puede vender las islas, no se puede negociar a potencias extranjeras y que para cualquier acuerdo que las involucre, se debe tomar en cuenta la voluntad popular. El acuerdo procura la soberanía de Honduras sobre Islas de la Bahía», aseveró el historiador.
Por lo anterior, «Roatán Próspera», desde el punto de vista histórico, también es ilegal, cerró.
¿Qué son las ZEDEs?
Las «Zonas de empleo» son áreas del territorio nacional sujetas a un «régimen especial». Los inversionistas estarían a cargo de la política fiscal, de seguridad y de resolución de conflictos, entre otras competencias.
Lo anterior, significa que las ZEDES puede establecer sus propios órganos de seguridad interna. Por ejemplo, conformar una policía al servicio de su área de desarrollo. A su vez, órganos de investigación del delito, inteligencia, persecución penal y sistema penitenciario.
Pero, a pesar de eso, cualquier hondureño puede entrar y salir de ésta, y «no existe ningún impedimento que lo prohíba», afirma el sitio zede.hn.
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La ZEDE ubicada en la zona insular de Honduras es llamada Próspera, y la dirige Erick A. Brimen, un venezolado-estadounidense, quien hace unos días se encontraba en la comunidad de Crawfish Rock, auspiciando una reunión en la que participaron pobladores de dicha zona, cuando agentes de la Policía municipal llegaron a desalojarlo.
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