TEGUCIGALPA, HONDURAS. Secretividad, vasta pérdida de territorio y un adiós a la soberanía nacional conlleva el afincamiento de la Zona de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) en San Marcos de Colón, Choluteca, según líderes del agro.
La dirigencia campesina es escéptica de la versión gubernamental, misma que asegura, desde febrero de 2014, que la ZEDE Orquídea -su nombre oficial- constituirá el agroparque más grande de América Latina.
«Así lo pintan», manifestó, con notable incredulidad, Rafael Alegría, director de la Vía Campesina, al recordar que las autoridades también dijeron que la zona sur será uno de los principales polos de desarrollo en Centroamérica.
Falta de información
El entrevistado aseguró que, hasta hace poco, desconocían la instalación de la ZEDE en mención; señaló que el proyecto -así como las otras Zonas de Empleo– reluce hasta ahora, dado que su creación se maneja «en secreto».
«Es parte de cómo están concedidas», subrayó el dirigente, quien procedió a indicar que el montaje de Orquídea se realiza sin consultar -o informar- a las autoridades locales o a los lugareños.
«Las municipalidades ni siquiera están recibiendo solicitudes de operaciones, tampoco los regidores. Y peor para que sepa algo el ciudadano común y corriente; no tenemos información«, aquejó.
Seguido, ejemplificó la situación refiriéndose a Ciudad Morazán, ZEDE que se edificará en Choloma. Contó que unas personas perforaban allí unos pozos cuando un regidor les preguntó por su permiso, sorprendiéndose con la respuesta de que «no necesitaban».
Semanas atrás, el propio alcalde de San Marcos de Colón, Douglas Ordóñez, confesó a un rotativo local que él también desconocía, hasta inicios de junio, que el agroparque se construía en su municipio.
TIEMPO buscó en varias oportunidades comunicarse con el edil para ahondar sobre posibles beneficios o afectaciones del afincamiento, pero él eludió los contactos, pese a que inicialmente dijo que sí atendería a reporteros de este medio.
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Los «echarán» de su patrimonio
Alegría refutó la posibilidad de que una ZEDE sea sinónimo de desarrollo para la parte sureña del país, como se prometió. Por el contrario, avizora un panorama de destierro y privatización.
«Habrá unos cuantos empleos, pero también expulsión de ciudadanos, campesinos y pequeños agricultores. Las tierras del Estado, más las que tiene la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) pasan automáticamente a la ZEDE», describió.
En cuanto a las tierras privadas, precisó que los inversionistas -tanto locales como extranjeros- harán un intento por comprarlas; sin embargo, si el dueño se rehúsa a la venta, recurrirán a la expropiación.
Delimitación «acomodada»
TIEMPO constató que esta Zona de Empleo estará conformada por varios distritos, de acuerdo a lo que establece una de las normativas que la rige. El escrito acota que estas delimitaciones no necesariamente deben ser contiguas.
Además, aunque hay legislaciones que serán válidas para la totalidad del área concedida, también está contemplada la posibilidad de que haya normativas creadas para un distrito en específico.
De lo descrito puede deducirse que serán grandes cantidades de tierra hondureña que serán asignadas a los inversionistas y plácidamente repartidas, valoró Alegría.
«Es una barbaridad. Van a distribuir el territorio como si fuera un departamento. También habrá como ZEDEs más pequeñas, como si se tratara de municipios«, auguró el dirigente.
Honduras se despediría del Golfo
En torno a la amplitud de terreno cedido, Alegría también aseguró a este diario que la decisión de formar una ZEDE en San Marcos de Colón tiene un trasfondo que despojaría a Honduras de toda su costa en el Océano Pacífico.
«San Marcos de Colón está casi en la frontera con Nicaragua y, desde allí, podrían impulsar una ZEDE que cruce Choluteca y Valle, por todo el Golfo de Fonseca«, expresó el líder campesino.
Amplió la versión diciendo que el gobierno pretende reactivar el estudio que hizo con una compañía surcoreana para instalar la ZEDE en esa región.
Alegría expuso que con ese plan entregarían parte de la zona limítrofe con Nicaragua y El Salvador; cercenarían la jurisdicción hondureña sobre El Henecán, las inversiones del puerto de Amapala y prácticamente toda el área.
«La pretensión es fuerte. No hay duda de que está en sus planes extender las ZEDEs con esas características; pero eso implica perder territorio, soberanía y es por lo que el pueblo hondureño está totalmente en contra«, analizó Alegría.
«Esas ZEDE se quieren quedar con todo, arrasar. El día que proliferen, ¿se imaginan con con cuánto territorio y recursos vamos a quedar? Con nada. Ya no vamos a tener qué dirigir o administrar«, sentenció.
¿Competencia desleal?
Sobre el tema, el exministro de la Presidencia, Ebal Díaz, opinó que lo más importante actualmente para el territorio cinco estrellas es que haya generación de empleo.
El ahora candidato a diputado planteó que no habría nada de malo que una zona especializada se dedique a producir y preparar chile dulce en San Marcos de Colón para luego exportarlo. «¿Cuál es el pecado de eso?», enfatizó.
Su punto de vista difiere con el de Armando Rubio, integrante de la Asociación de Campesinos de Honduras (ANACH), quien se mostró preocupado por la injusta contienda que afrontarían los productores locales.
«La producción se trata de competencia y tener un mercado, y si no tenemos mercado y estas empresas no van a pagar impuestos y tendrán prebendas que no tenemos nosotros, el pequeño productor va a quedar en desventaja», explicó a TIEMPO.
Comentó que un pequeño productor invierte más de 60 mil lempiras en la producción de una manzana de hortalizas como chile dulce y tomate. Por lo que, puntualizó que los agricultores enfrentan desafíos y Agroalpha representará un obstáculo mayor.
Rubio no declaró estar totalmente en contra de la ZEDE en ese municipio; expuso que están conscientes de la necesidad de empleos en la región, pero aclaró que debe ser mediante un consenso con el pueblo.
Rostros del enclave
En la ZEDE agrícola participan inversionistas locales y extranjeros, quienes ya habrían desembolsado unos 40 millones de dólares en la localidad.
Uno de ellos es Víctor Samuel Wilson Canessa, un chileno que se naturalizó hondureño. Él es reconocido como uno de los principales exponentes de la industria que exporta camarón en Honduras.
También es uno de los inversionistas de Agroalpha, una empresa que se acogerá a la modalidad financiera provista por la ZEDE «Orquídea«.
Según declaraciones de Wilson, recogidas por un medio local, él y un grupo de socios están utilizando varias hectáreas bajo techo en San Marcos de Colón para producir hortalizas con calidad de exportación.
El empresario detalló que la inversión será millonaria y que los trabajos se realizarán en cuatro fases. Actualmente tienen 400 manzanas de tierra y prevén proveer 3 mil 500 empleos directos en cuatro años.
Bajo su consideración, Orquídea no representa una violación constitucional o a la soberanía. Asegura que, básicamente, las ZEDE es una forma de quitar ciertos riesgos cuando un empresario contempla una actividad económica.
Aunque, reconoció que «hay ciertas áreas donde podemos tener reglamentos internos que son diferentes a la leyes y reglamentos de otras partes del país«.
Asimismo, Wilson manifestó en su momento que, de no ser por las ZEDE, Agroalpha habría decidido irse a México, dejando atrás la oportunidad para miles de hondureños de agenciarse una oportunidad laboral.
El representante del sector privado también ha ostentado otros cargos importantes, como la presidencia de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (Andah) y la dirección de la Fundación para el Desarrollo de la Zona Sur (Fundesur).
En marcha
El primer proceso de siembra en la ZEDE Orquídea iniciará a mediados de julio, indicó el ingeniero Ricardo Lardizábal al canal de Televisión HCH. Además, precisó que la etapa de producción se daría a mediados de octubre.
«De aquí saldrá el producto refrigerado, empacado y va directo a Estados Unidos«, comentó, diciendo a su vez que actualmente hay 250 personas trabajando en la edificación, siendo la mayoría de San Marcos de Colón y áreas aledañas.
Según la previsión de Lardizábal, van a contar con 350 empleados más en agosto; explicó que será así porque empezará la siembra «pesada». También sumarían 60 obreros más cuando arranque el proceso de empaque.
En tanto, Rafael Alegría refirió que las ZEDE ya están en operación. Sin embargo, aseguró que las autoridades no desarrollan a cabalidad el plan que tienen, dado que están midiendo cómo reacciona la ciudadanía.
«Tenemos información de que algunas actividades las han retrasado, o sea que no están al 100 % seguros de poder avanzar por los movimientos de resistencia y de repudio por parte del pueblo hondureño», manifestó.
«Piscina» de capital
La normativa que dirigirá a Orquídea -a la que accedió TIEMPO– precisa que la ZEDE es una asociación financiera que será manejada por su propio instrumento de gobierno, que es un acuerdo de vehículo de inversión que maneja inversiones mancomunadas, es decir, de varias fuentes.
Cada distrito tendrá su inversión conjunta, bajo la asociación financiera global, y será gobernada por su propio acuerdo.
El decreto que dio vida a las ZEDE (120-2013) indica que las mismas podrán contar con su propios hospitales, escuelas, policía, Fiscalía y sistema de justicia. Recién la Corte Suprema de Justicia (CSJ) confirmó que tendrán sus propios tribunales.
Resolución de conflictos
La documentación precisa igualmente que habrá múltiples eslabones para determinar, por ejemplo, los derechos y obligaciones en materia civil o comercial.
Inicialmente se tomará en cuenta el reglamento de la propia ZEDE. Sin embargo, en su defecto también podrá utilizarse la Ley de cualquier otra jurisdicción, es decir, de cualquier país.
También está la posibilidad de recurrir a una Ley que acuerden todas las personas relevantes o la que le parezca a la Corte de la ZEDE o a un arbitrador como la más cercana a los hechos o a las personas involucradas.
De no ser así, igualmente pueden adoptar el derecho consuetudinario (costumbre) reconocido por las cortes de Delaware (en primera instancia) o, las costumbres reconocidas por el resto de Estados Unidos (en segunda instancia).
La normativa subraya que «mucho» en torno a las reglas de esta ZEDE se basará en las leyes del estado de Delaware. Las costumbres de ese lugar -u otro territorio estadounidense- también se utilizarán para «llenar huecos» en materia legal.
Expertos consideran a Delaware como un «paraíso fiscal», por las ventajas -mercantiles, fiscales y legales- que ofrece a las empresas. Incluso, es uno de los lugares del mundo donde hay más negocios que personas.
La fuente principal para la normativa de Orquídea deriva de la aplicación de leyes sociales y civiles dentro del centro financiero internacional de Dubái.
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