HONDURAS. El café hondureño continúa exportándose. La tendencia en las bolsas de valores se mantiene estable y el consumo interno continúa con normalidad, pese a la crisis de COVID-19. Pero hay problemas arraigados en el rubro de los cafetaleros desde mucho tiempo atrás que, en la actualidad, presionan con más fuerza.
Una deuda asfixiante amenaza, año con año, a más de la mitad de los productores del grano. Así lo contó a Diario TIEMPO Digital el dirigente cafetalero Freddy Pastrana.
«Todos los años llegan a decirle a uno que le van a quitar su propiedad o las fincas», lamentó Pastrana, sumido en la desesperanza, ante el abandono que aqueja el sector.
Su representación institucional, el Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ), no aparece para mediar soluciones o siquiera saber cuál es la actualidad en las zonas de siembra y cosecha, según denunció el productor.
Abocarse a una instancia más allá, como las autoridades estatales, tampoco ha sido efectivo. El Gobierno, «agarra un impulso, después se para, y todo se traspapela. Las cosas no avanzan», relató.
Es importante tener en cuenta en primera instancia que el sector de recolección y venta de café beneficia directamente a 120 mil familias. Además, emplean, según datos provistos por el rubro, casi un millón de empleos a hondureños y extranjeros. Eso, ya que no sólo están los productores, sino los corteros.
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Un aislamiento forzado, y no por coronavirus
Pastrana desveló que hace al menos tres años que no se efectúan reparaciones en las carreteras indispensables para el traslado de las producciones diarias de café. Las zonas montañosas en El Paraíso, donde se desarrollan habitualmente los cortes del grano, están básicamente aisladas.
«No sé por qué no les han puesto mano. El presidente Juan Orlando Hernández le dio la orden a Marco Bográn (director de Invest-H) para que la reparara. Ni una raspadita le han dado a la carretera», señaló.
La obligación, mediante ordenanza ejecutiva, que recae sobre la Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) es la de mantener la carretera principal, donde, se estima, se mueven al menos 200 mil quintales del grano aromático. Pero la misma institución que ahora está bajo investigación por compras poco transparentes no ha cumplido su labor.
Existen otras vías, secundarias y terciarias, pero la construcción de las mismas no tomó en consideración el clima imperante en la zona. Cuando cae precipitación (lluvias), el tránsito vial se convierte en una misión de alto riesgo; los caminos se llenan de un resbaladizo y espeso lodo. Hasta la integridad física se pone el peligro.
Retención de su propio dinero
Otra situación que descapitaliza a los productores es la retención de mil 600 millones anuales que les hace el IHCAFÉ.
Por cada quintal, deben pagar 200 lempiras. Se supone, que ese desembolso es para el pago de deudas con la banca; a quienes no tienen deudas, les regresan el dinero en junio.
Sin embargo, los actores directores en la producción no se muestran agradados con esa acción. Pastrana aseguró que, a pesar de la inestabilidad económica de muchos productores, el IHCAFÉ mantiene retenida la recaudación.
Por ahora, según informaron exportadores del grano aromático, el IHCAFÉ ya ingresó 800 millones (50 % de la totalidad); pero, «está parado ese dinero», aseveró Pastrana.
Y, aunque las consecuencias de COVID-19 no han sido tan marcadas en el rubro, no están exentos tampoco. El dirigente prevé que se producirán dos millones de quintales menos este año. Asimismo, el empresario Emilio Molina estima una reducción de 200 millones en divisas.
Como su misma institución no da la cara por el sector, los cafetaleros se organizaron y tienen claro cuál es el apoyo que buscan en medio de la crisis.
¿Qué piden los cafetaleros?
Dadas las circunstancias de incapacidad económica para la mayoría de cafetaleros, además de la ausencia de provisión de los medios logísticos necesarios, piden el sustento gubernamental. Presentaron al mandatario de la República dos alternativas.
«Una es el proceso de consolidación de deudas, para que el productor pueda respirar», explicó inicialmente el líder del sector.
Y prosiguió: «La otra es la alternativa de que nuestros productores pasen a ser considerados en el modelo de Agrocrédito 8.7«. Seguido explicó por qué desean con tanto anhelo formar parte de esa posibilidad de financiamiento.
«¿Quién no va a querer pasar una deuda a ese crédito? Nosotros tenemos deudas asfixiantes. Uno logra conseguir un dinero para para pagarla, pero, al siguiente año es lo mismo. Mas, si uno tiene tres años de gracia, donde sólo va a pagar interés, ¿quién no va a querer eso?», detalló.
La fuente precisó a TIEMPO que, por ahora, están pagando préstamos con la banca que implican tasas de interés del 24 y 36 por ciento.
De igual forma, están haciendo las gestiones pertinentes para que JOH ordene al IHCAFÉ a que devuelva el dinero correspondiente a los L200 por quintal a cada productor. El desembolso sería la otra semana, anticipan con ansias los cafetaleros.
Mientras tanto, el Gobierno, a través de una tele-conferencia que sostuvo con el sector del café, prometió que implementará un bono de 300 millones para la compra de fertilizantes. Las demás peticiones puntuales no han sido contestadas.
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