SAN PEDRO SULA, HONDURAS. La violencia contra las mujeres nunca ha cedido y en este día de conmemoración internacional, muchas féminas salieron a las calles a exigir justicia e igualdad en una sociedad, donde aseguran que no han obtenido respuesta.
Expertos sostienen que desde hace años, el tema de la dureza con que las mujeres son atacadas, es algo que impacta a la ciudadanía, pero sobre todo, las noticias con las hondureñas vuelve a ser sonada por la saña que han muerto.
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Por tal motivo, Diario TIEMPO Digital se contactó con Helen Ocampo, investigadora del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), quien explicó más a fondo sobre la situación que atraviesan las mujeres y lo que influye para que la violencia contra ellas no se detenga.
Ella sostuvo que se pone más atención en el panorama que viven las mujeres y niñas en el país, cuando son fechas conmemorativas como tal. «Hay muy poco que celebrar pero mucho por hacer», agregó.
Ella indicó que para hablar de la situación que atraviesan las féminas se deben mencionar varias dimensiones. En primera instancia, abordó acerca de la violencia estructural que están viviendo las damas, es decir, las pocas condiciones económicas, el poco acceso a empleo, y hasta el constante despojo de sus territorios.
Además de ello, dijo que se tiene la ola creciente de violencia explícita, y las agresiones contra las mujeres. Según detalló Helen, en lo que va del año 2021, como CDM registraron 63 femicidios, uno de ellos con certeza cometido con violencia sexual, y otros tipos.
«Hay que tomar en cuenta que el registro de prensa no es completo en relación a los que se realizan en todos los años», agregó. Sobre ello, explicó que los datos al final del año se contrastan con Medicina Forense, y generalmente al final son más.
Departamentos con índices altos de femicidios
Por tanto, Helen sostuvo que no sería extraño que para el final de marzo se tengan más agresiones que las 63. En el caso de la violencia doméstica, como se vive en un constante poder sobre las mujeres, se ha ido justificando las diferentes formas de violencia, externó.
Asimismo, la investigadora mencionó que la violencia intrafamiliar puede ser proporcionada por cualquier otro familiar. «En este año, en enero, el 911 registró 5,229 denuncias de violencia doméstica», contó.
De igual forma, manifestó que hubo 3,745 denuncias de violencia intrafamiliar, los cuales son números bastante alarmantes, que no cambian mucho en relación a otros años. Ella mencionó que siguen siendo los departamentos más altos, con femicidios Francisco Morazán, Cortés, Yoro, y Atlántida.
Asimismo, puntualizó que hay otro tipo de agresiones, como la violencia sexual, que es menos denunciada que el resto, precisamente, por el miedo a represalias, condenas sociales, porque las víctimas se sienten culpables o porque no es una muy difundida.
La entrevistada externó que en su mayoría, las agresiones contra las mujeres son brindadas a menores de edad. Además, anexó que el tema no se está abordando, ni dando soluciones.
Incluso, adjuntó que a la poca investigación de las denuncias, se agrega que poco se dan a conocer estas situaciones.
Entre la influencia que se tiene para que ocurran estos acontecimientos está la alta tasa de impunidad que se tiene en el país, reveló. La experta explicó que pocas veces se encuentran responsables o procesan a los agresores.
Falencias en las denuncias
Es decir, se siguen cometiendo las violencias, porque el hombre asume que quedará libre, y es así como sucede en la mayoría de casos, según la entrevistada. Asimismo, mencionó que destacan otros factores como los celos.
Helen Ocampo, también externo que la desigualdad que se tiene en el país, y las redes organizadas, facilitan que se cometan los crímenes contra las mujeres. Por ello, afirmó que primero se debe hacer una inversión en la seguridad.
«La forma en la que asesinan a una persona dice mucho del odio que se tiene contra un ser humano», aclaró.
Mayor violencia contra la mujer
Igualmente, contó que se tienen registros de mujeres que han sido descuartizadas. Continuó diciendo que, eso solo evidencia el odio hacia las féminas. Por otro lado, la investigadora señaló que el arma principal con que matan a las damas es el arma de fuego, con un 73 %.
«No solo es el asesinato de las mujeres, es el mensaje de control que ejercen sobre ellas, muchas veces dinámicas de control territorial o espacios controlados por el crimen organizado», acotó.
Para finalizar, Ocampo determinó que cada institución debe cumplir su responsabilidad. Expresó que, por ejemplo, los operadores de justicia deben requerir a los sujetos responsables. Ella destacó que se requiere un mayor involucramiento en el proceso de investigación, porque es donde se tienen más falencias.
«En toda esta cadena cada quien tiene que cumplir su responsabilidad, porque desde un inicio hay obstaculización de la justicia», concluyó.
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