Honduras. Desde ayer estaba anunciada una protesta de transportistas en diferentes puntos de San Pedro Sula, y la violencia policial fue el ingrediente más inmediato.
Uno de los videos más graves fue el que ciudadanos grabaron en la 33 calle cuando agentes le dieron puñetazos y golpes con el tolete a civiles que estaban en la toma.
Los conductores y ayudantes viven una crisis como muy pocas en la historia en el país, ya que por el covid-19 tienen más de tres meses sin poder trabajar y exigen que se les permita circular y un bono de 7.000 lempiras para apalear un poco su estado financiero. Algunos no tienen ni para comer.
Sin embargo, las autoridades, lejos de hacer un consenso, sometieron con actos violentos como ha ocurrido en épocas de manifestaciones anteriores y que no son castigados hasta la fecha, violando el derecho a la protesta.
Ante esto, Wilfredo Castellanos -del Comité Nacional de Derechos Humanos en la zona Norte– junto a sus compañeros exponen: «Lamentamos y condenamos enérgicamente el uso excesivo de la fuerza utilizada este día por las fuerzas de seguridad del Estado contra manifestantes en San Pedro Sula»
De tal forma, que como defensores de la integridad de los ciudadanos, el caso será remitido al Ministerio Público. «El uso excesivo de la fuerza lo estamos investigando», asegura Castellanos.
Al dar click aquí le mostramos el video de los actos violentos.
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Policía Nacional desprecia e ignora los estándares de libertad de expresión
El abogado defensor de derechos humanos, Joaquín Mejía, afirma que actos de violencia como el que sucedió hoy en contra de ciudadanos que sólo buscan métodos de sobrevivencia, evidencian tres situaciones fundamentales.
Primero: «La razón que tiene la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CDIH) cuando señala que el Gobierno de Honduras privilegia la represión del diálogo. Todas las manifestaciones públicas en el país son reprimidas violentamente».
Segundo: «Refleja el fracaso de la depuración policial por parte de la Depuración depuradora. No e sposible que todavía tengamos a policías que actúan como salvajes».
Tercero: Estos actos reflejan el desprecio y la ignorancia de la Policía Nacional a los estándares nacionales e internacionales en materia de libertad de expresión. Como lo ha señalado la CDIH en una sociedad democrática.
En ese orden, el abogado resalta que el espacio público no es sólo para la circulación, sino para la participación política. Por lo tanto, «la protesta social es una de las vías para situar en las calles cuando los mecanismos oficiales no funcionan».
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