ATLÁNTIDA, HONDURAS. Kevin Castejón es un hondureño originario de La Ceiba y que con un notable talento ha podido superar todas las barreras que hasta ahora se le han presentado en su vida.
Este ciudadano es un abogado, tatuador y pintor. Además, a veces vive bajo el traje de Spider Man con el objetivo de alegrarle el rato a muchos niños.
Pero su amor por la pintura lo ha convertido en un ejemplo de superación y además es el sustento de su familia.
«Mi interés por la pintura es más que un hobby (pasatiempo). Fue una manera de sobrevivir ya que desde muy pequeño le saqué beneficio en la escuela. Le hacía los dibujos a mis amigos y ellos me daban galletas. En el colegio vendía dibujos para desayunar con un amigo que siempre pasaba conmigo», contó a Diario TIEMPO.
Una lección de vida
Kevin contó una experiencia durante su adolescencia, que ha tenido presente a lo largo de su vida y que hoy la atesora como un empujón para superarse.
Este joven recordó la ocasión cuando una maestra lo regañó enfrente de su clase y le dijo que dejara de dibujar y le dijo, «Kevin deje de hacer esos dibujitos, que eso no lo llevará a nada en la vida, lo que necesita es poner atención en clases«.
Pero este muchacho reveló que, lo que no sabía la maestra es que él tiene problemas de concentración y el hacer dibujos le ayudaba a poder escuchar lo que estaban explicando en clase.
El joven expresó que, «17 años después, la vida dio muchas vueltas, y pues mis trabajos se fueron haciendo mucho mejor y a ella creo que se le olvidó lo que una vez me dijo y me pidió una pintura de las mías yo accedí a dársela».
Kevin actualmente expone sus pinturas en un reconocido café de la ciudad de La Ceiba, además pinta murales y se dedica a expresar el arte a través de tatuajes.
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Un camino difícil
Para este hondureño la vida no ha sido fácil, pues reveló lo difícil que fue crecer sin el amor de sus padres.
«He tenido muchos retos, crecer sin mamá y papá es uno, pero terminar mi universidad sin trabajo solo con mis pinturas y haciendo tatuajes fue una enorme prueba. Hubo días que no comí, porque si comía no podía pagar la universidad», dijo.
El objetivo de Kevin es sacar adelante a sus hijos y enseñarles a esforzarse cada día y triunfar en la vida, pues para él, ellos son su mayor logro.
El sueño de este ceibeño es poner una escuela de arte y poder transmitirle a las personas el amor hacia lo que hace. Actualmente, imparte talleres de manera gratuita a los jóvenes.
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