Las autoridades mundiales continúan pendientes del avance de la variante ómicron del coronavirus. De igual manera, están a la espera de más datos de transmisión por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El elevado número de ingresos hospitalarios de bebés menores de 2 años ha llevado a sospechar una posible mayor incidencia de esta cepa en niños pequeños.
La alarmas saltaban al detectar 52 contagios en lactantes de 2 años, entre los 452 pacientes de Covid-19 ingresados en Tshwane (Sudáfrica), según los datos, publicados por el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD) entre el 14 y el 28 de noviembre.
De momento, los científicos sudafricanos no se atreven a confirmar una relación entre ómicron y los elevados ingresos de bebés. Esto, debido a que podrían entrar en juego otros factores y las pruebas no son concluyentes.
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Sin prueba de confirmación covid
De hecho, no se ha conseguido relacionar con certeza los positivos detectados en los bebés hospitalizados de Sudáfrica con Ómicron. Algunos incluso, no han tenido acceso a un test de diagnóstico que confirmara la infección por coronavirus y, al tener síntomas respiratorios, se han abordado como el resto de pacientes Covid-19. Aún así podría tratarse de una gripe, apuntan los científicos, teniendo en cuenta el aumento de casos expedientados en el último mes en la provincia.
La capacidad limitada del territorio ha hecho que solo un pequeño porcentaje de las muestras positivas se están sometiendo a la secuenciación genómica.
El 29 por ciento de los ingresos por Covid-19 en el grupo de edad de 0 a 4 años presentaban una enfermedad grave, una proporción similar a la de otros grupos de edad aunque por debajo de los casos críticos detectados entre los pacientes mayores de 60 años. El 1 por ciento de los menores de 4 años fallecieron.
Aún así las dudas siguen siendo mayores a las certezas. «Parece que, de hecho, algunos de esos ingresos podrían haber comenzado antes de la aparición de Ómicron», afirmaba Anne von Gottberg, microbióloga clínica del NICD, en declaraciones a Reuters. Aun así, su equipo está «lo suficientemente preocupado como para examinar los datos con mucho cuidado». «Por el momento no están demasiado seguros de que se pueda relacionar definitivamente con Ómicron».
Los científicos también señalaron que los padres con bebés y niños enfermos se apresuraron a llevarlos al hospital. En cambio, los pacientes de otros grupos de edad tardaron más. En cualquier caso, el NICD está preparando un informe sobre los ingresos pediátricos que debería estar disponible a finales de esta semana.
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