TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Wilfredo Ponce, alcalde de Valle de Ángeles, descartó en las últimas horas un cierre del municipio por el incremento de contagios de la COVID-19, pero anunció más dureza en la aplicación de las medidas de bioseguridad.
De acuerdo con el jefe edilicio, la decisión se tomó luego de una reunión con las fuerzas vivas del municipio y autoridades de la Secretaría de Salud.
En ese sentido, Ponce señaló que, contrario a un cierre, lo que se busca es una reactivación económica, pero aplicando todas las medidas de bioseguridad.
“Las acciones a implementar son: revisión en cada uno de los comercios y también una campaña de concientización a las personas para que lleguen de manera temprana a los establecimientos de salud”, dijo el edil.
Asimismo, expresó que tendrán la colaboración de la Policía Nacional para hacer cumplir los toques de queda y el uso obligatorio de las mascarillas.
Estableció que sancionarán a quienes no cumplan con las medidas establecidas para contener al virus.
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Planificaron brigadas médicas
Por otra parte, informó que planificaron brigadas médicas para visitar las zonas del municipio donde se detectaron alto índices de contagios.
Igualmente, el alcalde comentó que luego de ocho meses de encierro en 2020, el municipio quedó con un impacto económico.
Ponce recordó que el municipio permaneció cerrado durante ocho meses durante el 2020 y esto provocó grandes pérdidas de activos en todos los sectores.
Finalmente, aseguró que dentro de 15 días volverán a evaluar la situación epidemiológica de Valle de Ángeles, para decidir nuevas medidas o continuar con las que ya establecieron.
Valle de Ángeles es un municipio que pertenece a Francisco Morazán. Actualmente, ese departamento registra 60,198 casos de COVID-19 y 1,371 muertos por esa mortal enfermedad.
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