TEGUCIGALPA, HONDURAS. La mañana de este jueves arrancó el proceso de vacunación con las primeras seis mil dosis de las vacunas Sputnik V contra COVID-19 que Honduras adquirió directamente a Rusia.
Un total de 1,950 frascos estaban destinados para personal sanitario del Distrito Central. La aplicación del antídoto comenzó desde temprano en el Palacio de los Deportes (Polideportivo) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
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Antes de poder ingresar a las instalaciones, la seguridad privada en el portón verificaba que las personas estuvieran enlistadas. Y, aunque se giró una convocatoria previa, hubo problemas para el acceso a medios de comunicación.
Además, una vez adentro, hubo un panorama de desorden. Imágenes captadas en el lugar evidencian que no había distanciamiento entre las centenas de personas que llegaron a ser inoculadas.
Asimismo, se denunció que había personas en los listados de vacunación pese a que laboran en áreas donde no se atiende a pacientes infectados con COVID-19.
Aún así, fueron muchos los beneficiados, mismos que pasaron por los 10 puestos de vacunación que las autoridades de Salud designaron para la localidad.
Efectos colaterales
Uno de los vacunados en la capital fue el doctor Carlos Flores, cirujano plástico del Hospital Escuela. A la salida del recinto, él brindó declaraciones en una rueda de prensa, donde reconoció que el lugar estuvo repleto, sin cumplirse el distanciamiento físico sugerido.
«Se aglomeró la gente y es difícil controlar a tantas personas. Ocupamos otro tipo de sistema y vamos a poner las recomendaciones. Esperemos que esto no repercuta en ninguno de los que vinimos; la cantidad de gente fue impresionante«, describió.
Flores también aseguró que no sintió ninguna reacción adversa y, de sus compañeros, solo una persona sintió un poco de mareos. Finalmente, agradeció a las autoridades por elegirlo para el proceso.
No obstante, se reportó que la enfermera Martha Aracely Robles sí aquejó efectos secundarios. Entre otros síntomas, presentó fuertes mareos, por lo que se le trasladó al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
SPS sigue «blindándose»
Para San Pedro Sula, Salud destinó un total de 890 vacunas. Por lo que, la jornada de inmunización se llevó a cabo en el área de clínicas de la Universidad Católica de Honduras (UNICAH).
Allí se colocaron seis puestos por donde pasaron los beneficiados. La primera persona que recibió la inyección fue Roberto Cosenza, subsecretario de Salud. «Es una bendición tener el privilegio de recibir esta herramienta más contra la COVID-19», expresó.
El funcionario explicó que, para esta etapa, se contempló al personal de primera línea que no había sido cubierto con lotes previos. Detalló que se incluyó a médicos, enfermeras, odontólogos e igualmente a galenos jubilados.
Él reconoció que aún habrá recurso humano pendiente. «Estamos avanzando en este proceso; se espera concluir con lo establecido mediante las vacunas que vienen en el mes de mayo», comentó.
En la ciudad industrial la tarea se realizó de manera más ordenada; incluso, las personas aguardaban sentados su turno, respetando cierta distancia entre sí.
Olancho aguarda
Hacia el departamento de Olancho también se envió un lote, con el propósito de vacunar a 160 empleados sanitarios. Salud instaló dos puestos, uno en el Hospital Hermano Pedro de Catacamas y otro en el Hospital San Francisco de Juticalpa.
La aplicación de este cargamento de Sputnik V aún no ha finalizado; de acuerdo a lo declarado por las autoridades, mañana continuará la inmunización.
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