Redacción.- Desde el momento en que empezaron a aplicarse en el mundo a fines de 2020, las vacunas contra el COVID permitieron reducir el número de personas que desarrollaban cuadros graves cuando adquirían la infección, al igual que las muertes.
Desde entonces, el 66% de la población mundial ha recibido el esquema primario de dosis. Pero con el transcurso del tiempo se necesita acceder a las dosis de refuerzo para extender la alta protección contra el coronavirus.
Estudios lo confirman
Un nuevo estudio, que se llevó a cabo en los Estados Unidos, aportó más pruebas sobre los beneficios de aplicarse un refuerzo o booster cuanto antes. La investigación fue realizada por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, EEUU.
Sus hallazgos arrojan luz sobre cómo estas dosis de las vacunas de ARN mensajero -que fueron desarrollados por las empresas Pfizer/BioNTech y Moderna– impactan en la durabilidad de los anticuerpos del sistema inmune contra el coronavirus.
Además, demostraron que al aplicarse las dosis de refuerzo se aumenta la duración de los anticuerpos en todos los receptores, incluso en aquellas personas que se han recuperado de la infección.
Wilson y sus colaboradores analizaron los niveles de anticuerpos tras aplicar un refuerzo en 117 empleados voluntarios de la universidad. Compararon esos resultados con los niveles observados en 228 participantes tras recibir su esquema primario.
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Niveles de anticuerpos
Los niveles de anticuerpos entre una semana y 31 días después de la serie del esquema primario y el refuerzo fueron similares, pero los anticuerpos reforzados se mantuvieron durante más tiempo independientemente de si la persona había tenido el COVID, o no.
Asimismo, los niveles de anticuerpos disminuyen naturalmente con el tiempo tras una infección o después de la vacunación, pero se cree que unos niveles más altos son más protectores. Así pues, se esperaría que unos anticuerpos más duraderos proporcionarán una inmunidad más sostenida contra el COVID grave.
Anticuerpos más duraderos
Los investigadores comprobaron que los anticuerpos generados por la dosis de refuerzo de Moderna eran más duraderos que los generados por el refuerzo de Pfizer/BioNTech. Los niveles de anticuerpos de Moderna superaron a los de Pfizer/BioNTech hasta los cinco meses, al final del período de estudio.
En ese estudio también se observó que los receptores de más edad de la vacuna de Pfizer/BioNTech generaban menos anticuerpos que los más jóvenes. Sin embargo, no ocurría lo mismo con la vacuna Moderna, en la que la edad no parecía ser un factor determinante.
En los últimos resultados, los receptores más jóvenes generaron inicialmente más anticuerpos que los mayores, pero esta diferencia desapareció con el tiempo.
Wilson subrayó que su estudio se suma a la acumulación de pruebas de que las dosis de refuerzo son importantes para proteger a la comunidad frente al COVID.
Fuente: INFOBAE