TEGUCIGALPA, HONDURAS. A raíz de los múltiples casos confirmados de COVID-19 en Honduras, la tardía jornada de vacunación y la negación por parte de algunos ciudadanos para inmunizarse, distintos sectores del país han optado por proponer una vacunación obligatoria, que exija, especialmente, a los trabajadores aplicarse la dosis contra el Coronavirus.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) reportó hasta la fecha un estimado de 305 mil 936 contagiados confirmados de COVID-19 en Honduras. Esto representa un número significativo de personas afectadas por el virus, a pesar de las jornadas de vacunación que ya hay en el territorio nacional.
Por lo anterior, algunos miembros del sector privado ya exigen como requisito que el trabajador se vacune para retornar a sus puestos de trabajo; representantes del sector social están de acuerdo con que se implemente esa medida en Honduras.
No obstante, en algún sector del Congreso Nacional, no se atreven a confirmar que, desde ese poder del Estado, donde se crean las leyes del país, se pueda aprobar alguna determinación para que la inmunización contra el mortal virus sea obligatoria, como es la aspiración de algunos.
El tema no es sencillo. Sobre todo porque con él se mezclan algunos otros temas, como el religioso. Pero la Iglesia Católica estima que no hay ninguna disposición religiosa que instruya a los fieles a evitar vacunarse.
Requisito obligatorio
El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), José Luis Rivera Sagastume, dijo que hay rubros en los que, por su actividad, la vacunación ya es un requisito obligatorio para permanecer o retornar a sus puestos de trabajo; mencionó, por ejemplo, el área de la salud.
Del mismo modo, recalcó que se tendría que analizar si los demás rubros requieren esa medida de obligatoriedad; se refirió a ello ya que puede que esa medida sea un requisito permanente -en algún momento- para seguir laborando.
Rivera Sagastume señaló que mientras sea legal y no vaya en contra de los derechos laborales de las personas, se aceptaría una posible vacunación obligatoria en las empresas del país.
Igualmente, añadió que en Honduras es muy difícil establecer que si el empleado no se vacuna lo puedan despedir; señaló que influyen los costos asociados de los pasivos laborales.
Reasignación
Pero el representante de los intereses empresariales mencionó que si el trabajador no se inmuniza podría ocurrir que pase a otras posiciones; sería en cargos donde no tenga contacto con el público o pueda que indirectamente el patrono tome otras determinaciones.
“Si los trabajadores pueden ser un riesgo para una población aun mayor, probablemente nos va a obligar al sector empleador, ya sea público o privado, a tomar ciertas determinaciones”, expresó Rivera Sagastume.
Al mismo tiempo, destacó que para evitar la propagación del COVID-19, la CCIT recomienda la protección y la vacunación para eludir la enfermedad.
¿Se vacunan o se despiden?
Más allá de la perspectiva legal, el abogado laboralista, Miguel Antonio Castillo Gamero, dijo que si la vacunación obligatoria se convierte en un requisito y es para el beneficio de todos, se debe de aceptar su implementación en el país.
Además, expresó que “mucha gente tiene miedo de vacunarse, ya que hasta el momento no se sabe con exactitud si las vacunas funcionan o no; hay mucha gente que ha fallecido, a pesar de haber sido inmunizada”.
Igualmente, señaló que si colocan la vacunación contra el COVID-19 como obligación, el patrono tiene que proteger a todos sus trabajadores; deberá velar por el bien de todos, no por aquel que no desee inmunizarse.
Responsabilidad
Asimismo, añadió que el empleado que no desee aplicarse la dosis deberá de asumir la responsabilidad de estarse realizando las pruebas cada semana por cuenta propia; si sale positivo, deberá de irse a cuarentena sin goce de sueldo. Esta medida será posible siempre y cuando sea con base en lo que establece al Código de Trabajo de Honduras, agregó Castillo Gamero.
Del mismo modo, manifestó que, si un empleado no quiere inmunizarse, el patrono debe de hacer el procedimiento establecido en el Código de Trabajo para demostrar que el trabajador no quiso vacunarse; luego, podrá proceder, con base en ley, a suspender o dar por terminado el contrato de trabajo entre las partes.
Código de Trabajo
El Código de Trabajo menciona en su artículo 112 que la negativa manifiesta y reiterada del trabajador a adaptar las medidas preventivas o seguir los procedimientos indicados para evitar accidentes o enfermedades constituye una causa justa para dar por terminado el contrato laboral.
Otro motivo es no acatar el trabajador, en igual forma y en perjuicio del patrono, las normas que éste o su representante en la dirección de los trabajos le indiquen con claridad para obtener la mayor eficacia y rendimiento en las labores que se están ejecutando.
Igualmente, el descubrimiento de que el trabajador padece enfermedad infecciosa o mental incurable o la adquisición de enfermedad transmisible, de denuncia o aislamiento no obligatorio, cuando el trabajador se niegue al tratamiento y constituya peligro para terceros.
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Tema religioso
Por otra parte, el portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras, el padre Juan Ángel López, dijo que ellos están de acuerdo con que la población hondureña se vacune y que los gobiernos cumplan con su obligación de lograr que la inmunización sea universal.
Además, enfatizó que aparte del distanciamiento físico, es necesario el uso de mascarillas y del lavado constante de manos. Actualmente, la única arma para combatir el virus es la vacuna; es así que ellos como Iglesia Católica no se oponen a la aplicación de la misma.
Por el mismo lado, señaló que la Iglesia Católica nunca ha sido un impedimento para que las personas -sus feligreses- se apliquen los diferentes antídotos contra el Coronavirus.
Vacunación rápida y segura
Edinora Brooks, diputada liberal y miembro de la Comisión de Salud del Congreso Nacional, también se refirió al tema. Inicialmente, mencionó que el primer paso debe ser que en el país haya acceso a las vacunas, inoculando a todas las personas que así lo deseen.
Después, sería esencial -describió- el tomar medidas en favor de quienes no quieren ser inmunizados. En tal sentido, comentó que la vacunación no necesariamente debe ser obligatoria.
Empero, la experimentada galena estimó que las empresas sí deben exigir a sus colaboradores que, si no se colocan la vacuna contra el COVID-19, no podrán llegar a sus puestos de trabajo.
Además, expuso que, si un empleado sigue laborando bajo su deseo de no estar inoculado, cada 15 días debería hacerse cualquier tipo de prueba anticovid. Mas, subrayó que ese test deberá correr por su cuenta y no la de la empresa.
Confinamiento sin dinero
Brooks ahondó diciendo que el trabajador que no quiso vacunarse y resulta positivo por COVID-19 tendría que ser enviado a cuarentena sin goce de sueldo.
No obstante, Brooks, quien es médico de profesión, indicó que la vacunación obligatoria debería de implementarse si es por cuestión de desinformación e ignorancia optativa.
Muchas personas, por alguna situación personal o familiar no se vacunan y, en otro caso, porque han sido desinformados a través de algunos medios de comunicación o las redes sociales, opina.
La postura de Brooks sobre la obligatoriedad de la vacuna es clara. Expresó que no votaría en favor, pero sí estaría de acuerdo en que se tomen medidas como las que ella explicó previamente.
Tanto la Iglesia Católica como la diputada declararon que no existe ninguna religión que limite la aplicación de estas vacunas en Honduras. Por lo cual no hay excusas para que la población no opte por la inmunización voluntaria que hay en el país, al menos por motivos de devoción.
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