REDACCIÓN. Casi un año después de registrarse la primera persona que contrajo Covid-19 en China, el gobierno del Reino Unido dio a conocer este miércoles que autorizó la vacuna contra el covid-19 de Pfizer/ BioNTech, que estará disponible a partir de «la próxima semana».
«El gobierno aceptó hoy la recomendación de la Agencia Independiente de Reglamentación de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) de aprobar el uso de la vacuna contra el covid-19 de Pfizer/BioNTech”, declaró un portavoz del ministerio.
Con esta noticia, Reino Unido se convierte en el primer país en occidente en autorizar un tratamiento farmacológico para prevenir contra la covid-19. De hecho, el gobierno británico reveló la compra de un total de 40 millones de dosis. Podrá vacunar a unas 20 millones de personas que se priorizarán en los próximos días.
“La aprobación sigue a meses de rigurosos ensayos clínicos y un exhaustivo análisis sobre los datos por parte de los expertos de la MHRA”, señaló un comunicado divulgado por el Ministerio de Sanidad.
Los expertos del organismo regulador «concluyeron que la vacuna cumple con los estrictos niveles de seguridad, calidad y efectividad”, añadió la nota.
Los retos
Al tiempo con este histórico anuncio, el Reino Unido dio a conocer que ya tiene 50 hospitales preparados para empezar a vacunar la próxima semana. El ministro de Sanidad, Matt Hancock, afirmó en declaraciones a la cadena SkyNews que, además de los hospitales, se preparan centros especiales para vacunar. así como en los centros médicos de los barrios y en las farmacias.
Así y todo, el ministro avisó de las difíciles condiciones para mantener las dosis, de 70 grados bajo cero. “Este es un proceso de desafío y el NHS (Sanidad pública) en todo el Reino Unido está preparado», agregó.
“No es fácil pero tenemos planes. Así que esta mañana hablo con mis colegas de las otras regiones (Escocia, Gales e Irlanda del Norte) para asegurar que todos estamos preparados para vacunar a partir de principios de la próxima semana”, indicó.
La vacuna
La farmacéutica norteamericana y su aliada alemana Biontech, dieron un golpe de mano histórico el pasado 9 de noviembre, al anunciar, sobre datos preliminares, que la efectividad de su vacuna era del 92 por ciento y 10 días después, con otros resultados finales, anunciaron que la eficacia alcanzaba el 95 por ciento, incluso en personas mayores, además de no desencadenar efectos secundarios graves.
Pero para que la vacuna llegue a la gente, Pfizer y su socio tienen que remontar una serie de desafíos que, de acuerdo con sus mismos anuncios, empiezan por impedir que se deshaga en el camino.
Como esta vacuna está basada en un trozo sintético de material genético del virus (mARN) que provoca reacciones de defensa en el organismo humano, este se descompone a no ser que se mantenga refrigerado a temperaturas inferiores a menos 70 grados centígrados. Por lo que, en palabras de la salubrista Elizabeth Beltrán, requiere de una logística descomunal nunca antes desplegada para su transporte y almacenamiento.
Además, como son dos dosis, hay que garantizar que las personas completen el esquema en un plazo de 3 semanas, algo que puede resultar complejo. Con todo, desde hace algunos meses se empezaron a firmar acuerdos para reservar grandes cantidades de la vacuna.
Apartadas
Donald Trump separó 100 millones de dosis para entrega en diciembre por 1,9 mil millones de dólares. Asimismo, firmó una opción de compra de otros 500 millones de dosis para el primer semestre del 2021. Japón contrató 120 millones de dosis y la Unión Europea, 200 millones hasta ahora.
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