HONDURAS. En otro intento para sofocar el flujo de migrantes a la frontera sur de EE.UU, Honduras llegó a un acuerdo con Washington para detener a un creciente número de cubanos y nicaragüenses.
La decisión se tomó en una reunión el 26 de agosto en Washington entre el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández. Y el secretario interino del departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan.
El gobierno hondureño ha acordado un acuerdo especial de asilo con Estados Unidos para convertirse en un «tercer país seguro» para cubanos y nicaragüenses que buscan llegar a Estados Unidos para pedir asilo, según fuentes diplomáticas.
El trato sigue a acuerdos similares con Guatemala y México como parte de una estrategia del gobierno de Donald Trump. Lo anterior para estrangular el flujo en la frontera sur entre Estados Unidos y México.
El Departamento de Estado declinó hacer comentarios y remitió preguntas sobre el acuerdo a la Casa Blanca, que no respondió de inmediato a una solicitud de Univision Noticias para confirmarlo.
En los últimos meses se ha visto un aumento en los inmigrantes que buscan ingresar a los Estados Unidos desde otros países, además de México y las naciones del denominado Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador).
La decisión se tomó en una reunión el 26 de agosto en Washington entre el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández. Y el secretario interino del departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, según las fuentes.
Ambos Gobiernos emitieron una declaración
No se hizo mención inmediata del acuerdo en ese momento. En cambio, después de la reunión, «con respecto a un compromiso compartido para mejorar la seguridad y abordar la migración irregular en el hemisferio occidental».
Eso incluyó esfuerzos compartidos «para investigar y procesar a los involucrados en la organización de violaciones masivas de la ley de inmigración y delitos de trata de personas». Así como «la expansión de la inmigración legal desde Honduras para apoyar los intereses comerciales de los Estados Unidos».
El gobierno hondureño también acordó acelerar la aprobación de las deportaciones de sus ciudadanos, así como a permitir el traslado «mixto» por avión de adultos y niños.
Después de la reunión, Hernández dijo a los medios de comunicación en Honduras que en lo que va del año 30,000 personas de África, Sudamérica, Cuba y Haití habían ingresado a Honduras, y adelantó que el número podría llegar a 70,000 para fin de año.
“Para nosotros este es un asunto delicado y difícil de manejar; por eso venimos a hacer el planteamiento de que tenemos que trabajar en conjunto, con responsabilidad compartidas, aunque diferenciales», dijo.
El 57% de los migrantes eran de Cuba, citando fuentes oficiales. «Nos imaginamos el enorme peso, el enorme problema social de que ese enorme número de personas llegaran a permanecer estancadas o acumuladas en Honduras y nosotros, como país, no podríamos dejar de atenderlas», agregó Hernández.
Como parte del acuerdo, Estados Unidos acordó entregar fondos para implementar el plan, incluido el posible envío de agentes federales a Honduras, según las fuentes diplomáticas.
Hernández está bajo presión tanto en casa como en los Estados Unidos después de que el Departamento de Justicia lo nombró recientemente en un importante caso de tráfico de drogas y lavado de dinero en Nueva York que involucra a uno de sus hermanos. El caso va a juicio en octubre.
Problema en cifras
El escenario que plantea la declaratoria de ‘tercer país seguro’ compromete a Honduras a recibir y proteger miles de migrantes procedentes de países fuera de Centroamérica.
La preocupación de Hernández apunta a la cantidad de migrantes que Honduras recibirá a partir de la puesta en vigor del acuerdo. Según datos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP), en junio de este año se llevaron a cabo 390,308 aprehensiones de unidades familiares en la frontera con México.
De ellos, 366,530 corresponden a mexicanos y centroamericanos y 23,778 corresponderían a inmigrantes originarios de Asia, Caribe y Sudamérica, de acuerdo con datos preliminares aportados por el Instituto Nacional de Inmigración (INM) de Honduras.