TEGUCIGALPA.-Mañana martes se cumple una semana de la lamentable noticia de los mineros que fueron soterrados en la mina La Cuculmeca en el Corpus, departamento de Choluteca, al sur de Honduras, en donde las esperanzas de encontrar con vida a los dos últimos trabajadores de la mina son prácticamente nulas.
Félix Baquedano, miembro de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) manifestó este día que «hasta este momento llevamos 117 horas de trabajos de búsqueda y recuperación de los mineros soterrados en la mina La Cuculmeca».
El personal de Copeco espera que con el uso de la maquinaria con la que se trabaja desde el viernes anterior, en las próximas horas se logre rescatar los cuerpos, caso que se les ha retrasado debido a la fragilidad de la zona.
El representante de Copeco dijo que 77 horas han sido de trabajo máximo, en donde se han organizado grupos de mineros y socorristas para dar con los dos cuerpos.
Baquedano también mencionó que «los trabajos han ido avanzando, no hay ningún retraso y todo el trabajo que se ha ido haciendo es en base al análisis del terreno, por que el suelo es bastante inestable, y no podemos exponer a un maquinista que está en un cerro completamente inestable con el peso de las máquinas y ellos tienen que asegurar el terreno».
Sostuvo que al mismo tiempo se estabiliza el área y se avanza, ya que a Copeco le compete la prevención de pérdidas de vidas humanas.
A la fecha se han descubierto tres bocaminas, de las cuales se hacen labores de inspección y aseguramiento para que ingrese el personal de rescate.
Esta lamentable situación se originó el pasado 17 de mayo cuando tres obreros quedaron atrapados en la mina El Corpus, debido a un deslizamiento o derrumbe que tuvo la misma.
Después que se conociera la tragedia, se comenzó con las labores de rescate, a la espera de encontrar con vida a los soterrados, hecho que lamentablemente no se ha producido.
Después de dos días de búsqueda, el cadáver de primer minero fue hallado y un día después sus familiares le dieron la respectiva sepultura, dejando casi sin esperanzas a la familia de los otros dos mineros.
