TEGUCIGALPA, HONDURAS. «Enamorada de nuestra pequeña familia», fueron las últimas palabras que escribió la joven Erika Heinemann, quien falleció ayer, jueves, luego de lanzarse del cuarto piso de un edificio de condominios en la capital.
Erika era una joven de 30 años de edad y su muerte ha causado conmoción en el país. La hondureña estaba casada y era madre de una recién nacida, según lo indican las fotos de sus redes sociales.
El hecho donde la joven perdió la vida ocurrió la mañana de ayer colonia Lara de Tegucigalpa, lugar donde supuestamente vivía. A Erika la trasladaron de emergencia a un centro asistencial privado en el intento de salvarle la vida, pero falleció minutos después.
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Hasta ahora no se sabe cómo ocurrió todo. Es decir, que no se conoce si fue algún accidente, si se trata de un suicidio o si hubo más involucrados.
La Policía Nacional de Honduras ya está dándole seguimiento al caso para determinar qué fue lo que en realidad pasó con la joven Erika Heinemann.
Era una mujer alegre y llena de vida
Las redes sociales están inundadas de muestra de pesar por parte de amistades y personas cercanas a Erika. La hondureña era muy querida por muchos y estaban felices porque recién había dado a luz a su bebé.
En tal sentido han compartido algunas postales donde la joven aparece muy sonriente y llena de vida a lado de su esposo y su pequeña bebé
Asimismo, en la última publicación de Erika que fue el 9 de mayo se observa una fotografía con su esposo y bebé y en la descripción se lee: «Enamorada de nuestra pequeña familia».
El pasado agosto de 2020 la muchacha se tomó fotografías en estado de embarazo, esperando la llegada de su bebé. Ella fue descrita como una «súper mamá» por amistades que la conocieron.
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