TEGUCIGALPA, HONDURAS. Durante una conferencia web, el ex director ejecutivo de «El Cajón», Manuel Palma, manifestó que en lo que va de la emergencia por Eta, los técnicos no han abierto las compuertas del embalse y «no es así nomás que a alguien se le ocurre botar el agua».
Las declaraciones vertidas por Palma surgieron durante la conferencia web «Protocolo de descargas en represas hidroeléctricas«, que organizó hace dos días el Instituto de Investigación en Energía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El embalse de la Central Hidroeléctrica Francisco Morazán (El Cajón), se encuentra 285.80 metros sobre el nivel del mar (msnm) y está a escaso nivel para activar el protocolo de descargas.
Sobre las descargas hay que mencionar que se han hecho en los años 1988, luego en 1998 durante el huracán Mitch. Posteriormente en 2008 durante la tormenta 16 y la última se realizó en mayo del 2010 durante la tormenta Agatha.
«Muchas personas andan diciendo cuestiones que no son ciertas. Hay protocolos. No es así nomás que a alguien se le ocurre botar agua y que abren las compuertas», según dijo el experto.
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Coordinación
Por otra parte, el entendido en el tema explicó que de ser necesarias las descargas, el protocolo ya establece la conformación de un Comité de Emergencia.
El comité deberá ser integrado por el jefe del embalse, jefe de Operaciones, jefe de obras civiles, Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Bomberos, personal del Ejército, la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) y la coordinación de la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula (CCIVS), detalló.
«Es un grupo de personas las que están involucradas en esa toma de decisiones, no es que a alguien se le va a ocurrir y bajo, bajo (sic) va a botar aguar. Eso es mentiras, no se puede», manifestó.
Por otra parte, Palma recordó que ante emergencias por fenómenos meteorológicos extremos, como por ejemplo huracanes, las represas hidroeléctricas generalmente realizan descargas de agua controladas.
Se realizan como medidas preventivas siguiendo protocolos de seguridad para evitar comprometer la estructura de la represa, así como de las comunidades aguas abajo.
Recalcó que las descargas se realizan de forma controlada y que las misma no comprometen el caudal del río en el que desemboca. Además, indicó que ya el protocolo indica que las compuertas del aliviadero deben ser abiertas de manera gradual.
Por último dijo que se debe de comunicar a las autoridades que el caudal será mayor a 500 metros cúbicos con 48 horas de anticipación. La comunicación se hace para que se emita una alerta población.
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