REDACCIÓN. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el domingo que su nación no pagará la seguridad del Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle.
Así lo ha comunicado en un mensaje a través de Twitter a raíz de que el matrimonio decidió instalarse en Los Ángeles, muy cerca de la residencia de la madre de la actriz, Doria Ragland.
A través de un mensaje en su perfil, el presidente de Estados Unidos ha anunciado no van a encargarse del coste de nada. «Ahora que han dejado Canadá por Estados Unidos, Estados Unidos no pagará por su protección. ¡Deben pagar ellos!», ha escrito.
Además, Donald Trump ha aprovechado para presumir de la gran amistad que le une con la Reina Isabel II.
Por su parte, una fuente cercana a los Duques de Sussex ha asegurado a la revista People que tanto el Príncipe Harry como Meghan Markle no pensaban solicitar ayuda al Gobierno de Trump para costearse su seguridad.
Tienen muy claro que es algo que tendrán que hacer ellos y lo harán con fondos privados, como así se anuncia. El asunto de su seguridad ya levantó ampollas en Canadá, cuando se mudaron a este país y comunicaron en enero su «dimisión» efectiva de la Casa Real.
Medios británicos aseguraron que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, había transmitido a la reina Isabel que Canadá se haría cargo. Pero no quedó claro si finalmente asumiría los de seguridad.
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Al barrio de Bel-Air
Mientras el mundo está en cuarentena por el coronavirus y gran parte de la familia real británica permanece aislada para protegerse del patógeno, el príncipe Harry y Meghan Markle decidieron moverse de Canadá a Estados Unidos. Más específicamente, a Los Ángeles, la ciudad en la que Meghan tiene gran parte de su red de apoyo.
Según reveló People, ambos escogieron el barrio de Bel-Air, lejos del centro de la ciudad, donde también viven el actor Will Smith, Kim Kardashian, Lady Gaga y Taylor Swift. Un lugar que también califican como seguro en medio de la pandemia que azota al mundo.