TEGUCIGALPA, HONDURAS. «¡Viva Yani!» y «¡sí se pudo!» se escuchó la mañana de este miércoles cuando llegó Yani Rosenthal Hidalgo, candidato a la presidencia, a la sede del Consejo Central del Partido Liberal (CCEPL), que ahora estará a su cargo.
Decenas de liberales acompañaron en la sede al presidenciable, cuyo triunfo en las elecciones primarias quedó confirmado anoche tras la declaración oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Yani inició su discurso apuntando que es un día memorable para los liberales, pese a las voces que decían que el partido de la bandera rojiblanca iba en decadencia. Calificó la victoria como un «renacer» en la institución.
Aunque, el abogado dejó claro que el movimiento que lidera solo tenía que ratificar la voluntad popular, pues, desde tiempo atrás las encuestas advertían quién ganaría. En tal sentido, recordó además que los sondeos a boca de urna también le favorecían.
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Un cambio de aires
Yani recorrió nuevamente sus vivencias recientes, mencionando que en 2015 viajó a Estados Unidos ante las acusaciones que se vertían contra él y su padre, Jaime Rosenthal Oliva.
«No pude venir a enterrarlo y le dedico este triunfo», expresó el líder político, dejando espacio a un clamor de «¡Don Jaime vive!» que resonó entre el público.
Es así que Rosenthal procedió a referirse a la gobernanza actual, calificándola como «11 años de infierno cachureco» e igualmente como una «pesadilla que expulsa a cada vez más hondureños».
Empero, estableció una contraparte proclamando una vez más la ruta que sostiene su movimiento. Primero quiere la unidad del partido, después de la oposición y finalmente de Honduras.
Al respecto, resaltó que el Partido Liberal sumó casi 800 mil votos en el proceso que se celebró hace un mes. «Eso nos convierte en la primera fuerza de oposición de Honduras», acotó el presidenciable.
Una sola fuerza
Precisamente en torno a la unidad, el evento contó con la presencia de quienes eran los candidatos a designados presidenciales por el movimiento «La Esperanza de Honduras«, que lidera Darío Banegas. «¡Aquí estamos con Yani!», clamó Marco Garay, uno de ellos.
Yani invitó a los demás líderes liberales a que acepten la voluntad del Partido Liberal. Por lo que pidió a la militancia que lo acompaña que trabaje en cada municipio para llevar a la totalidad de la base hacia la unidad.
A Luis Zelaya y Darío Banegas, líderes a los que venció en las primarias, les envió un mensaje de unidad. «Desde este auditorio les tendemos la mano; no solo a ellos sino a todos los miembros de los otros movimientos. Tienen las puertas abiertas y tendrán su espacio en el partido», manifestó.
Yani, además, dejó un mensaje para los jóvenes. «Les digo que todo es posible. Que yo esté parado aquí demuestra que hay esperanza; mi compromiso con la juventud y todos los hondureños es brindarles nuevas oportunidades en el próximo gobierno liberal», declaró.
Entre aplausos y vitoreas, el candidato oficial del partido -y nuevo presidente del CCEPL- culminó su participación clamando: «¡Qué viva el Partido Liberal!«.
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