Redacción. Datos compartidos por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) revelan que tres de cada diez jóvenes en Honduras son ninis: ni trabajan ni estudian.
Más de 541,899 jóvenes, equivalente al 56 % del total de 916,000 registrados y la mayoría concentrados en las áreas rurales del país, se encuentran en la actualidad en esa situación. Aun así, las cifras de la institución representan una ligera disminución respecto a datos anteriores del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que estimaba cerca de 960,000 ninis.
Un 69 % de los ninis cuenta únicamente con una educación primaria, lo que limita sus oportunidades de inserción laboral y desarrollo; mientras que un 60 % se dedica principalmente a labores del hogar como actividad principal.
Problemas de desarrollo
Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Cohep, expresó su preocupación por la situación durante el foro Frente a Frente. Herrera sostiene que la falta de participación en educación y empleo representa un serio obstáculo para la productividad y el desarrollo económico de Honduras a largo plazo.
«Si no están trabajando hoy y no están estudiando, no se están preparando para insertarse con éxito en el futuro del mercado laboral y de manera productiva», cuestionó tras agregar que muchos de esos jóvenes se enfrentan a la pobreza. Esa situación los lleva a relacionarse con actividades delictivas o a emigrar del país en busca de oportunidades.
Vea también: Defensores de DDHH piden políticas de generación de empleo
Salarios bajos para población que trabaja
Por otro lado, el director del INE, Eugenio Sosa, reveló que el 73 % de la población hondureña (términos generales) vive en condiciones laborales precarias. Eso significa que la gran mayoría de los hondureños con empleo sufren salarios insuficientes y condiciones laborales deficientes.
«Significa que estas personas tienen un salario muy bajo que no ajusta, por lo general los empresarios pagan poco a los trabajadores. Para tener una idea, los asalariados en promedio ganan L8,000 en la empresa privada y en el sector público 15,000», expresó Sosa al medio HCH.
Datos oficiales muestran que cerca de 4 millones de hondureños forman la fuerza laboral que sostiene al país con su trabajo. Sin embargo, su salario promedio es preocupantemente bajo, lo que contribuye a la inestabilidad y la búsqueda de mejores oportunidades en el extranjero.
Daniel Durón, presidente de la Central General de Trabajadores, también afirmó que la situación en Honduras tiene un impacto psicológico significativo. Aproximadamente, 7 de cada 10 hondureños que están en el sector informal se debe al ingreso.
«Cuando un trabajador se da cuenta de que en Estados Unidos se gana $20 la hora y aquí se gana menos de $200 a la semana, se crea un efecto psicológico. Eso los empuja a migrar», advirtió Durón.