Tegucigalpa, Honduras.- Buscar mujeres y niñas por redes sociales y luego subirlas a catálogo para ofrecerlas como objetos sexuales a los mejores postores, es el nuevo modus operandi de los tratantes de personas en Honduras.
De acuerdo con la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), la trata de persona es algo que ha agobiado a los hondureños desde hace muchos años. Sin embargo, ahora, con la ayuda de las redes sociales, ese flagelo se ha convertido en un angustioso descontento, pues las investigaciones cada vez son más complejas.
El portavoz de la DPI, el subcomisario Cristian Nolasco, contó a Diario Tiempo cómo es que estos individuos han llevado a cabo el delito de la trata de personas.
«Antes, en hoteles, tenían un ‘menú’ en el que mostraban a cantidad de mujeres y niñas con personas que podían pagar dependiendo del producto y servicio. Así fue como se comenzó a hacer operativos para detectar estas personas y judicializar esos casos», relató Nolasco.
Continuó explicando que en la actualidad, con toda la evolución cibernética, los tratantes han incursionado en la explotación sexual a través de redes sociales. «Crean páginas que manejan esos tipos de negocios y usan hasta gentilismo para vender. En algunos ponen: las mujeres catrachas son las mejores, la mejor experiencia y la gente comienza a captar eso», expuso.
Roban fotos
Por su parte, la titular de la Comisión Interinstitucional contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas de Honduras (CICESCT), Sua Martínez, explicó que los tratantes utilizan su persuasión y engaños para someter a las víctimas.
«El comportamiento del tratante es tratar a través de engaño a la chica, a través de una circunstancia de un montaje de empresa de empleo, de modelaje. Entonces, ellas (las mujeres citadas) hacen sus fotos por engaño y luego se dan cuenta que son víctimas de redes de trata», manifestó.
En cuanto a la nueva modalidad de acaparar féminas a través de plataformas digitales, Sua confirmó que, en efecto, hay mujeres que son subidas a los catálogos sin siquiera haber dado consentimiento.
«Es otra violación a la imagen de muchas víctimas que roban fotos y las venden por catálogo. Esta es una segunda etapa de comportamiento de las redes de trata», explicó.
Vea también: MP le cae a red que vendía jóvenes por catálogo en SPS y La Ceiba
Un arduo trabajo colectivo
Cristian Nolasco aseguró que como DPI han realizado el trabajo necesario, pero aclaró que para combatir esos delitos se necesita de un ejercicio colectivo, donde se involucre la misma ciudadanía.
Además, admitió que es un trabajo que requiere gente preparada con verdaderas intenciones de hacerle frente a la trata de personas.
«En muchas investigaciones hemos detectado y judicializado eso, pero para esto se requiere gente muy preparada, porque estos delitos no son para cualquier investigador, sino para gente bien preparada que cuente con el deseo de hacerle frente», manifestó.
De igual manera, afirmó que en muchas ocasiones los agentes policiales se ven limitados por la misma población. «Cuando uno va a un hotel a pedir información hasta llaman que la Policía anda ahuyentando el turismo, espantando clientes. Es bien complicado este tipo de investigación, no hay mucha colaboración aunque nosotros tengamos nuestro marco legal. Ocupamos esa interacción y responsabilidad de todas las fuerzas vivas para poder combatir estos delitos», exhortó.
Trata de personas y su pena
La trata de personas es un fenómeno delictivo que atenta contra los derechos humanos. En el Código Penal de Honduras se establece que su pena es de 5 a 8 años de prisión para quienes empleando violencia, intimidación, engaño o abusando tome control de la víctima para lo siguiente:
- La explotación en condiciones de esclavitud, servidumbre, servicios o trabajos forzados, incluida la mendicidad y la obligación de realizar actividades delictivas
- Explotación sexual forzada
- Realizar matrimonio o unión de hecho servil o forzado
- Provocar un embarazo forzado
- Extracción de sus órganos o tejidos corporales, o de sus componentes derivados
- La experimentación para la aplicación de medicamentos, fármacos, sustancias o técnicas clínicas
Según los datos de la DPI, los departamentos con mayor incidencia de casos de la trata de personas son: en primer lugar, Francisco Morazán; en segundo lugar, Colón y en tercer lugar, Cortés.
Asimismo, Nolasco enfatizó en que ese delito no solo lo sufren las mujeres sino que también los hombres. «Ahora está bastante diversificado de la comunidad LGTBIQ+, vienen extranjeros a hacer explotación sexual de niños o de la comunidad gay», comentó.
«Nosotros (la Policía) hacemos un gran esfuerzo, el mensaje que queremos dar es que el combatir delito es un trabajo integral», reiteró.
Fomentar la cultura de las denuncias
De acuerdo con Nolasco, el principal problema de ese flagelo es que la misma sociedad lo normaliza y no interpone denuncia y ayuda con las investigaciones.
En tal sentido, el subcomisario es de la opinión de que urgen campañas informativas para orientar a las personas de lo que significa la trata de personas.
«Lo que hay que fortalecer es que nos capacitemos todos, sacar a la luz pública todo lo que están haciendo estas personas y citarlo. El problema es que nadie sabe lo que es la trata de personas, lo confunden y muchos no saben que son víctimas», exclamó.
«Hay que fomentar la cultura de la denuncia, ni las mismas víctimas se dan cuenta que están siendo tratadas porque están engañadas o chantajeadas. Por eso, la denuncia a veces no se activa», agregó.
Caso de Angie Peña
Por otro lado y pese a que no quiso dar detalles de las investigaciones en el caso de Angie Peña, Nolasco aseguró que la trata de personas en Honduras ha tomado auge desde la desaparición de la joven. «Pero no podemos adelantar sobre las investigaciones, ya se han frustrado casos por difundir los avances», relató.
Y es que una fuente ligada a la investigación de la desaparecida Angie Peña, confirmó a Diario TIEMPO que la joven hondureña no fue raptada al azar en sus vacaciones en Roatán, Islas de la Bahía.
La fuente aseguró que las investigaciones han tenido un avance considerable y que ya está en manos de autoridades judiciales para su ejecución.
Según se relató, es una red de trata de blancas en Roatán, que realiza una selección de mujeres a las que investigan en redes sociales.
Tras ese seguimiento que le dieron antes de que visitara Roatán, a la joven hondureña la incluyeron en un catálogo de mujeres y niñas.
La fuente informó que esta red de trata de personas internacional, rapta a las niñas y mujeres hondureñas y las envía a distintos países. Entre los destinos que tiene estas víctimas está Finlandia, Belice, Colombia, México y Guatemala.