REDACCIÓN. Este lunes se dio a conocer el traslado de varios supuestos cabecillas de maras al Primer Batallón de Infantería, situado en la localidad de Naco, departamento de Cortés.
Serían al menos cinco presuntos pandilleros, que vienen de la capital hondureña a la zona norte, con el fin de reducir los actos de violencia que se viven dentro de las mismas prisiones del país. Esas medidas fueron anunciadas recientemente por el Presidente Juan Orlando Hernández días atrás, quien aseguró que esas personas deben ser encerradas de forma permanente.
Entre los cambios anunciados está poner orden en el sistema penitenciario y evitar que desde las cárceles se ordene la ejecución de asesinatos y otros delitos.
El gobernante señaló que “como muchos de los cambios que se han venido impulsando en el país, y lo seguiremos haciendo, hoy le toca el turno a los centros penales de Honduras, al sistema carcelario”.
“Cuando diseñamos el proceso de cambios en Honduras, iba a llegar este momento y uno de los requisitos para poder implementar los cambios en los centros penitenciarios era tener las instalaciones físicas acorde con la dimensión de las acciones delictivas que está afrontando la sociedad”, dijo el Presidente Hernández a Radio América.
“No pueden ser las mismas cárceles que se han construido en el país desde los años 50, 60 y 70… porque ahora el nivel de peligrosidad y el nivel de confabulación, de perversidad, asociado incluso con el uso de familiares”, ha aumentado, dijo.
IMPORTANTE
En horas tempranas se mencionó que el hondureño Sixto Obed Argueta iba a ser extraditado, debido a que se observó un contingente policial; sin embargo, luego elementos de la Fuerza Nacional Interinstitucional (FUSINA) dijeron que dicho movimiento no era sobre el extraditaable, sino, la movilización de los reos.
El juez de extradición de primera instancia una vez analizados los elementos de prueba enviados por el Gobierno de Estados Unidos a través de la Corte del Distrito Sur de la Florida, resolvió conceder la extradición del ciudadano hondureño Sixto Obed Argueta García, capturado por la Policía el pasado 12 de julio.
En su primer numeral resolutivo, se establece que se concede la extradición de Sixto Obed Argueta García en el marco del Tratado de Extradición firmado entre Estados Unidos y Honduras que data del 15 de enero de 1907, así como la Convención Adicional de extradición de febrero de 1927 y las convenciones internacionales suscitas por Honduras para el combate del tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
La extradición del hondureño Sixto Obed Argueta se concede para que sea juzgado en los Estados Unidos de América ro hechos ocurridos desde el mes de junio del 2001 y que se prolongaron más allá del año 2012 cuando entró en vigencia la reforma por la adición del artículo 102 de la Constitución de la República que permite la extradición de ciudadanos hondureños a hechos de criminalidad organizada, narcotráfico y terrorismo.