CORTÉS, HONDURAS. Los transportistas se encuentran agobiados, porque incluso cuando hay productividad, las pérdidas siguen siendo mayores que las ganancias.
En el rubro de transporte no solo deben de preocuparse por hacer las tarifas diarias, sino que también toca tener presente los pagos y al final, ellos mismos sostienen que «no se quedan casi con nada».
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Un representante de una conocida ruta en San Pedro Sula, que pidió no revelar su nombre, indicó que están tratando de recuperarse con el ajuste de los tres lempiras, pero aún se encuentran con ciudadanos que no quieren darlos.
Al mismo tiempo confirmó que aunque antes era más frecuente, en cualquier momento sufren los temidos asaltos o hurtos. También, comentó que, generalmente los ladrones cuando se suben a las unidades les quitan los celulares o dinero a los pasajeros.
Tres bandas les cobran extorsión
Por otro lado, manifestó que la extorsión nunca deja de darse e incluso aseguró que en las últimas semanas han tenido que detener operaciones, porque están siendo amenazados por una nueva organización llamada M1, lo que significa que ahora deben de pagarle a tres bandas.
«En la extorsión hay empresas que damos hasta 1 millón al año y hasta aguinaldo nos piden», añadió.
Sostuvo que ellos por cada unidad de transporte dan 400 lempiras semanales para el pago de extorsión, lo que equivale a más de 28,000 lempiras.
De acuerdo con el transportista, la tarifa que tienen es de 1,400 lempiras de lunes a viernes. Mientras que, los fines de semana solo dan 1,000, pero de ese dinero es que tienen que dar los 400 del cobro de extorsión.
«Pero de esas tarifas también tenemos que darle el mantenimiento a las unidades. Esa tarifa no es real al final», profundizó.
Al mismo tiempo contó que la situación a veces es peor, pues cuando el vehículo está en reparación, no pueden trabajar.
Problemas
Al final solo de un bus, que debería dejar unos 30,000 lempiras al mes, solo terminan quedándose con alrededor de 6,000 lempiras, quitando todos los gastos.
Asimismo, se encuentra el vaivén con el tema del precio de los combustibles y otros gastos que les aparecen a los transportistas.
Todos estos son temas que siguen dando «dolor de cabeza» a los conductores, ayudantes y sobre todo a los dueños de las unidades.
Por otro lado, señalan que ellos no pueden simplemente decidir no pagar, porque esto les llevaría a la muerte.
Temen que la cuota aumente
Otro hondureño que está en el rubro del transporte, del sector de Choloma, comentó que cada día es «un rifón», pues no saben con qué se van a encontrar. «Puede que una mañana se suba un ladrón o que nos asalten dos veces en un solo día, ya ha pasado», externó.
También, explicó que quienes se encargan de hacer los pagos de extorsión son los encargados de la ruta o los dueños de los buses. «El transportista se lo da al encargado o el propietario lo saca de la tarifa que hacemos», contó.
Asimismo, este ciudadano recalcó que, a lo que más le temen es al cobro de la extorsión, pues eso es «regla», lo tienen que dar sí o sí, pues de lo contrario, pueden recibir amenazas o hasta morir.
Además, sostuvo que dependiendo de la ruta, es lo que cada uno debe de pagar, pero a ellos les están pidiendo L200,000 y temen que la cuota aumente.
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