TEGUCIGALPA. El éxito de la venta de ropa usada, un negocio cada vez más popular en Honduras, estaría en riesgo por una medida gubernamental que se impondría en los próximos días, según se denunció este jueves.
Elías Coto, portavoz de la Asociación de Importadores de Ropa Usada de Honduras, reclamó que un nuevo «trancazo» tributario entraría en vigencia el uno de junio del año en curso.
«El gobierno quiere duplicar o triplicar los impuestos para importar la ropa usada. Sería algo terrible para la gente desposeída», manifestó en declaraciones concedidas a NotiBomba.
De acuerdo con la consideración del vocero, una pieza de segunda mano que antes costaba nada más 30 lempiras pasaría a tener un precio de entre 60 y 90.
Por lo anterior, Coto estima que muchas personas no comprarían más ese tipo de prendas, pues el precio sería el mismo -o casi igual- que el de la ropa nueva. «Será imposible para las personas vestirse decentemente porque los impuestos son exagerados«, subrayó.
Asimismo, puntualizó que no solo será afectada la gente de menos recursos, sino a personas que de clase media baja y media, quienes también recurren a la alternativa de ropa «clasificada» para cuidar el bolsillo.
Coto también listó entre las posibles consecuencias que los microempresarios no tengan otra opción más que cerrar sus negocios; se perdería el sustento diario de cientos de personas.
«Es peligroso, porque de aquí dependen muchas personas. Actualmente existen cinco mil microempresarios a nivel nacional que se dedican al rubro con un promedio de cinco empleados cada uno», ahondó.
Acuerdo quedaría sin validez
Coto explicó, amparándose en una circular, que desde el 2012 tenían un acuerdo con el gobierno sobre los pagos arancelarios; se trataba de un convenio que desmotivaba la evasión fiscal y facilitaba el negocio.
«Se llegó a un acuerdo de que se valoraría la libra del producto sin importar el precio por el que se había adquirido en Estados Unidos«, describió sobre el panorama actual, que tendría sus días contados.
La nota precisa que por cada libra de ropa usada el importador desembolsa 85 centavos de dólar; la giró la extinta Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) el 10 de octubre de 2012.
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