SAN PEDRO SULA, HONDURAS. El sector maquilador ha tenido muchos problemas desde inicios de la pandemia del COVID-19, violentando sus derechos laborales desde suspensiones, despidos injustificados o inclusive, presentarse a trabajar con problemas de salud.
Ante ello, es importante mencionar que, varias de las denuncias que se presentaron recaían en que las trabajadoras manifestaron violación a sus derechos. Por ejemplo, les exigían ir a laborar aun con síntomas de COVID-19. De igual manera, señalaron irrespeto en dictámenes médicos.
Estas denuncias, con base a su condición se presentaron a través de entes u organizaciones defensoras de derechos de la mujer. Ellas detallaron que en su mayoría las violaciones las sufren las mujeres trabajadoras del sector maquilero.
También, revelaron diferentes despidos de mujeres embarazadas durante la suspensión de los contratos individuales de trabajo.
Por otro lado, recalcaron que, después de casi siete meses de iniciada la pandemia por COVID-19, suman miles de obreras y obreros de maquila que permanecen aun con sus contratos suspendidos. Pese a que, para el 13 de abril, las empresas del rubro notificaron a los empleados que esta tendría un plazo de 120 días.
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Muchas empresas no cumplieron con «aporte solidario»
Mientras tanto, referente a ello, según datos de la Colectiva de Mujeres Hondureñas (CODEMUH), de las 324 empresas de maquila que se adhirieron a la iniciativa de “aporte solidario temporal”, para empleadas suspendidas por la pandemia, solo 105 de ellas lo brindaron.
Es decir, solo un 33% de las empresas, o 1 de cada 3 de ellas, apoyaron a los empleados ante la situación.
Lo anterior, mediante el decreto 33-2020 aprobado por el gobierno, que indica el pago voluntario de denominada aportación solidaria, con un valor de L 6,000 para los empleados suspendidos. Esto, del cual L 2,500 sería brindado por el patrono y L 3,500 por el mismo Estado.
Foro «situación de las mujeres obreras de la maquila»
Recientemente en un foro brindado por diferentes panelistas de CODEMUH y otras organizaciones, revelaron algunos de estos casos. Uno de ellos, se presentó en una mujer llamada María quien estaba embarazada. Ella recibió un despido injustificado, pero, no solo ello, también fue “despedida bajo la simulación patronal de una renuncia”.
Es decir, María tuvo que ser obligada, pese a no querer, a firmar una renuncia, para que la empresa no saliera perdiendo, y sobre todo “no perdiera su imagen”, aseguró la organización.
Pero, las denuncias también se presentaron en daños psicológicos o físicos. Esto, lo confirmó en base a datos, CODEMUH en conjunto con la Universidad Autónoma de Xochimilco.
En cuanto a trastornos, el principal descrito era la ansiedad, con una estadística de 55% de casos, seguidamente la depresión con 52% y estrés en 38%. No obstante, es necesario precisar que, tras la emergencia sanitaria y el contexto de la pandemia, la situación se mostró aún más grave.
En el foro descrito, las panelistas también mencionaron otro tipo de denuncias que se presentaron con ellas. Algunas manifestando que las trabajadoras además de ser obligadas a laborar portando el virus, tenían otros riesgos, entre ellos ser violentadas físicamente, y/o contagiarse en el trayecto.
Por lo cual, finalizando recalcaron que ser trabajadoras de maquila especialmente en este tiempo de pandemia, se considera uno de los factores más alto de violación, sumando a ello, los otros derechos que han sido detallados.
Declaraciones
Paola Urbina, brindó declaraciones como parte de una trabajadora de maquilas, revelando que, desde antes de la pandemia, las mujeres obreras ya venían enfrentando problemas. Así como violaciones a derechos, no obstante, con la pandemia aumentaron.
“No ha sido fácil, las empresas siempre piensan en la producción, pero nunca en las trabajadoras o trabajadores”, indicó Urbina.
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