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viernes, noviembre 22, 2024

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Redacción.– El sitio web de noticias argentino, Infobae, dio a conocer una investigación que apunta que Juan Antonio «Tony» Hernández y el exalcalde Alexander «Chande» Ardón, habrían dado la orden de que se le quitara la vida a la fiscal de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), Sherill Yubissa Hernández Mancía.

La fémina apareció muerta en junio de 2018 en Santa Rosa de Copán. Aunque en un principio se manejó que todo se trató de un suicidio, una investigación policial sobre el caso expone que en realidad aquello se trataría de un homicidio.  

Según Infobae, esta investigación se basa en los testimonios de dos testigos, uno de ellos estuvo ligado al Gobierno hondureño, y el otro fue un agente policial.

Además, se detalla que todos los testigos hablaron desde el anonimato puesto que no están autorizados para hacerlo en público. Asimismo, se dice que sus testimonios se confirmaron con un diplomático estadounidense.

¿Por qué la mataron?

La información que cita el medio argentino, adjudica el crimen a la intención de detener las investigaciones que estaba llevando a cabo Hernández Mancía. Al parecer, en sus trabajos habían pruebas que de manera indirecta vinculaban al en ese entonces presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, con el crimen organizado.

Cuando la agente fue encontrada muerta, ella tenía 28 años de edad. Meses antes, a inicios de 2018, Hernández Mancía fue trasladada de San Pedro Sula a Santa Rosa de Copán. En esa zona la ascendieron a jefa de una unidad de investigaciones especiales.

“Cuando fue asesinada, a mediados de junio de 2018, Hernández Mancía dirigía en una investigación que tocaba al poder más importante de Honduras, el del narco aliado con la presidencia de Juan Orlando Hernández. No obstante, ni ella ni el país lo sabían entonces”, reza parte del informe de Infobae.

Las investigaciones que emprendió en Santa Rosa de Copán, llevaron a la agente fiscal hasta las puertas de la alcaldía de El Paraíso, el pueblo que aún funcionaba como una de las capitales del narcotráfico en la zona fronteriza con Guatemala, se expone en el documento.

“La mandan a desaparecer”

La investigación indica que Sherill Hernández fue al palacio municipal de El Paraíso a decomisar documentos de la alcaldía como parte de una investigación contra Alexander Ardón. Esa acción desencadenaría fatales consecuencias para la agente de la ATIC.

“Chande fue el alcalde a quien Sherill Hernández le decomisó en su alcaldía muchos documentos… y él y Tony la mandan a desaparecer”, le dijo a Infobae uno de los funcionarios hondureños consultados.

La muerte de la agente Hernández Mancía generó una controversia pública entre las autoridades de Honduras. A raíz de esa situación, en el 2018 la funcionaria Julissa Villanueva, quien en ese momento dirigía la Dirección Nacional de Medicina Forense, fue separada de su cargo por negarse a aceptar la versión del suicidio que defendían funcionarios cercanos a Juan Orlando Hernández.

“No nos queda ninguna duda; esto es una muerte violenta de tipo homicida desde el punto de vista médico legal”, declaró Villanueva a la prensa una semana después del asesinato. Sus palabras sobre la muerte de la fémina, según el portal de noticias, le costaron a la doctora su puesto.

Infobae Tony y Chande fiscal ATIC
Parte de las pruebas que presentó Infobae.

Una escena del crimen alterada

Las irregularidades en la investigación de la muerte de Sherill Hernández, expone Infobae,  empezaron pocas horas después de que sus compañeros de trabajo en Santa Rosa de Copán encontraron el cadáver de la agente fiscal en el departamento donde vivía. Fueron agentes de la ATIC, algunos enviados desde San Pedro Sula, los que se hicieron de inmediato con el control de la escena del crimen, según un acta policial levantada en el lugar, de la que Infobae tiene copia. Eso a pesar de que la agencia especializada no tiene, entre sus funciones, procesar escenas del crimen o realizar estudios forenses.

“El levantamiento del cadáver, de hecho, duró solo una hora y no estuvo presente ningún perito forense. Días después, la ATIC citó a una doctora llamada Delia Serrano a una reunión en las oficinas de la agencia en Santa Rosa de Copán para pedirle que firmara, a posteriori, un acta en la que se establece que ella estuvo presente durante la inspección ocular inicial de la escena del crimen. Serrano no firmó: ella nunca estuvo en el departamento donde encontraron el cadáver de Sherill Hernández y así lo hizo saber a sus superiores”, se menciona en uno de los párrafos de la investigación.

Caso lleno de incongruencias 

Infobae afirmó que la ATIC retuvo todas las evidencias recogidas en la escena durante una semana antes de enviarlas a la Dirección General de Medicina Forense, que entonces presidía la doctora Villanueva. Entre lo remitido había un álbum de fotos que llamó la atención de los forenses desde que lo vieron.

Los colegas de Hernández Mancía afirmaron que habían hallado su cadáver en el piso, en medio de un charco de sangre, según los informes iniciales. Pero en las fotografías, la agente yace en la cama boca arriba, con una pistola de 9 milímetros contra la sien. No hay sangre en la almohada ni residuos en las paredes, que serían consistentes con un tiro autoinfligido en ese lado de la cabeza, señala Julissa Villanueva. Es decir, si Sherill Yubissa se pegó un tiro sobre esa cama, la sangre y el material óseo y cerebral desprendido por el disparo desaparecieron; o al menos no están en esa foto, puntualiza Infobae.

La investigación finaliza manifestando que cuando la agente Hernández Mancía decomisó documentos del exalcalde Alexander “Chande” Ardón, sin saberlo estaba tocando a las puertas de la muerte.

La mujer había importunado al poder que convirtió a Honduras en un narcoestado. Le costó la vida”, concluyó Infobae.

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