La flacidez se produce por la pérdida de masa muscular y se traduce en la aparición de excesos de piel colgante y zonas más blandas de lo habitual.
Este problema es bastante frecuente y suele afectar a aquellas personas que han experimentado una pérdida de peso drástica y súbita, aunque también es consecuencia del envejecimiento natural del cuerpo.
Afortunadamente, se trata de un signo que puedes combatir de múltiples formas:
La primera y más eficaz es el ejercicio físico
Los abdominales, las sentadillas, la plancha dinámica, las tijeras o la clásica bicicleta son solo algunos de los movimientos que puedes ejecutar dentro de tu entrenamiento diario para tonificar el abdomen.
Sin embargo, existen otros métodos a los que puedes recurrir como complemento del deporte. ¿Cuáles son esas alternativas que luchan contra la flacidez del vientre?
La alimentación
Como ocurre con cualquier otro síntoma o enfermedad que afecta al organismo, la alimentación ejerce un papel fundamental para vencer la flacidez.
Una de las causas que hay detrás de ella es una dieta inadecuada, rica en ingredientes que favorecen la deposición de grasas, el aumento del colesterol o la retención de líquidos, impidiendo así que la piel luzca su habitual firmeza.
Por lo tanto, y siempre combinado con ejercicio físico, debes dar prioridad a aquellos alimentos que ayudan a fortalecer los músculos y la quema de grasa, es decir, que sean ricos en proteínas. También es importante incluir ingredientes con poder antioxidante para ralentizar el envejecimiento de la piel y, por tanto, la flacidez.
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Tratamientos estéticos y cosméticos
Otro de los recursos más habituales es el uso de cremas o las operaciones estéticas que ayudan a reafirmar la piel. Hablamos de la carboxiterapia, que recurre a inyecciones de gas de dióxido de carbono para simular los efectos del ejercicio físico.
Además, puedes considerar la radiofrecuencia que produce calor sobre la dermis y los tejidos grasos de la zona afectada o la mesoterapia, que consiste en aplicar sustancias homeopáticas para mejorar la circulación y eliminar la grasa acumulada.
Debido a la gran variedad de técnicas que existen, lo mejor es que consultes antes con tu médico sobre cuál es la mejor opción.
Cuidados caseros
Como complemento, puedes añadir algunos remedios caseros a tu rutina y combinarlos con la dieta y el entrenamiento. Por ejemplo, beber un vaso de agua tibia con limón en ayunas puede ayudar a quemar más grasa abdominal.
Además, los exfoliantes a base de café son un remedio estimulante con poder para reafirmar la piel, al igual que el aceite de coco, que ahora se emplea para luchar contra la celulitis y recuperar la tersura de la piel.
Por último, las propiedades reafirmantes del aloe vera también pueden aportar su granito de arena.
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