Redacción.- Se acercan las fiestas decembrinas, una temporada para disfrutar de vacaciones y convivir con amigos o familia. En estas fechas nadie quiere pasarla con estornudos, congestiones y secreción nasal.
Para que la gripe no te arruine tus fiestas, te compartimos 10 recomendaciones para prevenir el resfriado común en este invierno y puedas quebrar la piñata sin el moquito indiscreto:
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Consejos
- Ventila adecuadamente las habitaciones, evita corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura.
- Abrígate bien, cubre nariz y boca al salir de una habitación.
- Consume mucha agua, frutas y verduras con alto contenido en vitamina C.
- La lactancia materna ayuda para aumentar las defensas de tu bebé.
- Lava tus manos con frecuencia (la contaminación de manos es la principal vía de transmisión); evita tocar ojos, nariz y boca con las manos sucias.
- Los niños menores de 5 años, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas (cardíacas, pulmonares, renales, metabólicas, hepáticas, o hematológicas) deben vacunarse contra la influenza y la neumonía. Si eres trabajador de la salud, también debes vacunarte.
Otros consejos
- Evita quemar leña o usar braseros en habitaciones cerradas.
- Evita fumar.
- En caso de presentar síntomas de gripe, no te automediques y acude a valoración médica para recibir un diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado.
- Cuando tosas o estornudes, cubre tu boca y nariz con el antebrazo.
Recuerda que la mayor parte de las infecciones respiratorias son provocadas por virus y no requieren de antibióticos. La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico.
Sin embargo, en niños pequeños, adultos mayores y personas con otras afecciones médicas graves, el resfriado puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía, entre otras.
Mantente atento a la presencia de síntomas de alarma:
- Dificultad para respirar o respiración acelerada.
- Deshidratación.
- Fiebre que persiste más de 4 días.
- Síntomas que duran más de 10 días sin mejoría.
- Síntomas, como tos, que ceden, pero reinciden o empeoran.
- Empeoramiento de condiciones médicas crónicas.
- Fiebre mayor a 38°C en bebés menores de 3 meses de edad.