REDACCIÓN.- Una de las peores tragedias del fútbol se vivió este sábado, 1 de octubre, en Indonesia, donde perdieron la vida unas 150 personas. Algunos sobrevivientes dieron su testimonio.
Durante un partido de fútbol disputado en el estadio Kanjuruhan, unas 40 mil personas estaban presentes y fueron testigos de la tragedia.
Según la Policía, cerca de 3 mil espectadores saltaron al campo de juego después de la derrota del Arema FC 2-3 en el clásico ante el Persebaya; de inmediato, los agentes de seguridad respondieron con gases lacrimógenos.
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La acción policial provocó una estampida no solo dentro del campo de juego sino también en las gradas, que acabó con la vida de muchos de los presentes que terminaron asfixiados.
Según varios testimonios, la policía arrojó gases a las tribunas y eso generó que miles de fanáticos huyeran rumbo a las puertas de salida.
El entrenador del Arema, Javier Roca, en una entrevista para un medio internacional dijo que al volver de la conferencia de prensa se encontró con el caos.
“El enfrentamiento ha sido con la Policía. El estadio no estaba preparado para este caos. Había 48 mil personas y empezó a haber avalanchas. Uno nunca piensa que va a ir a un partido de fútbol y van a morir casi 200 personas”.
Riyan Dwi Cahyono, sobreviviente de 22 años, contó para un medio local que el objetivo era protestar para que Arema FC mejorara, pero no saltó porque comenzaron los gases.
“Estaba indefenso. De hecho, mi amiga que estaba conmigo de Blitar estaba desaparecida y no sabía su estado actual hasta hace un momento”, testificó.
Testimonios coinciden en que la tragedia comenzó con el gas lacrimógeno
Otro de los sobrevivientes, Tofan Zulkarnain, dijo: “yo no salté al campo, pero lanzaron gas lacrimógeno”. Por lo anterior, comenzó a correr desesperadamente en busca de la salida.
“En ese momento vi que había otra víctima, un niño pequeño justo a mi lado. Parece que el niño pequeño sobrevivió. Realmente tenía dificultad para respirar debido al gas”, señaló.
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Firari Vilallah, de 22 años, acompañado de su hermano menor comentó que había gases por todos lados y que las personas se empujaban desesperadamente entre sí.
“Había gases lacrimógenos por todas partes, por lo que los simpatizantes lograron escapar presas del pánico. La gente se empujaba entre sí hasta el punto en que muchos no podían moverse”, manifestó.
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