REDACCIÓN. Sin duda alguna, WhatsApp se ha convertido en unos de los servicios de mensajería instantánea más importantes del mundo. Cada día millones de usuarios acceden al servicio para comunicarse con otras personas y esta es una de sus principales virtudes.
El servicio se ha convertido en algo prácticamente imprescindible para poder estar en contacto con otras personas y quizá este sea uno de los primeros efectos negativos del servicio: si no eres usuario muchos te tratarán como un “bicho raro”. Además, en algunos casos hasta podría causar la pérdida de contacto con ciertas personas.
Pero esto no es lo único malo de WhatsApp. A continuación, le mostramos algunos de los principales y más importantes aspectos negativos de esta app.
Es una app adictiva
Las redes sociales están diseñadas de forma que causen cierta adicción en el usuario y WhatsApp, aunque no sea considerada una red social, no es una excepción.
Su facilidad de uso, su disponibilidad en cualquier momento y el hecho de que sea completamente gratuita, hace que uno pueda estar todo el día pendiente de ella.
Las conversaciones entre amigos, y muy especialmente los grupos, hacen que las personas estén mirando cada minuto si han recibido algún nuevo mensaje.
Aunque muchos aún quieran pensar que no son adictos a WhatsApp, desde hace tiempo han sido desarrolladas ciertas apps que son capaces de medir el tiempo que las personas pasan conectadas a la famosa aplicación de mensajería, ya sea chateando con sus contactos, compartiendo fotos, vídeos o documentos, o visualizando los estados de WhatsApp, etc.
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Causa distracciones y pérdida de productividad
La app puede ser muy útil para mantener el contacto con cualquier persona. También es útil en entornos laborales. El problema es que es tan adictiva y normalmente se quiere responder tan rápido que puede llegar a ser una gran distracción durante las horas de trabajo.
¿Cuántas veces al día miras si has recibido algún mensaje durante tu jornada de trabajo o estudio? Si el tipo de trabajo que realizas te lo permite, seguro que lo consultas muchas veces a lo largo del día, y no solo durante los momentos de descanso o tiempo libre.
Esto hace que pierdas el foco de lo que estás haciendo, y cada vez que tienes que volver a concentrarte en una tarea, pueden pasar fácilmente varios minutos.
Puede llegar a causar ansiedad
En algunas personas WhatsApp puede llegar a ser una causa de ansiedad. No todo el mundo utiliza el servicio de la misma forma. Para muchas personas tener que esperar un tiempo para obtener respuesta a sus mensajes, puede ser un auténtico suplicio. Eso por no hablar del estrés que pueden llegar a generar los famosos grupos de WhatsApp, en los que se pueden recibir cientos de mensajes diarios.
Es muy fácil tener malentendidos
No todas las personas se expresan igual, y a través de WhatsApp todavía menos. Además, al utilizar el servicio se elimina toda la expresión corporal de la conversación, por lo que los malentendidos están a la orden del día.
Es cierto que los emojis, los gifs y los stickers pueden ayudar. Sin embargo, aún con ellos es posible que la persona con la que se esté hablando, no interprete un mensaje con la misma intención.
Se debe tener en cuenta que se escribe a través de este medio, y procura dejar muy claras tus intenciones cuando envías un mensaje. Especialmente, es debe ocurrir si es una persona con la que no tienes demasiada confianza o no has hablado a través de mensajes de texto muchas veces.
Puede ser utilizada para el acoso y el bullying
Este quizá sea uno de los peores problemas de WhatsApp y es que por su modo de funcionamiento es muy utilizada para el acoso o el bullying.
Cualquiera con tu número de teléfono puede enviarte mensajes. No necesita que lo aceptes previamente y además pueden escribirte sin que tú sepas quién es la otra persona.
Si quieres utilizarlo debes compartir tu número de teléfono
Esto se puede ver tanto como una ventaja y como un inconveniente. Por un lado, facilita mucho el uso de la aplicación, ya que nada más al activarla, tendrás disponible todos tus contactos (los que sean usuarios del servicio).
Puede llegar a ocupar mucho espacio en el móvil
Este problema es más técnico, pero tampoco debemos olvidarlo. WhatsApp guarda en la memoria del teléfono todas las conversaciones y también los archivos enviados y recibidos.
Después de un tiempo de uso, esto puede llegar a ocupar muchos GB, especialmente si eres muy activo y envías o recibes muchas fotos y vídeos. Por supuesto puedes hacer limpieza siempre que lo necesites, pero lo habitual es que no se realice.
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