SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Innovador y necesario, un servicio común pero adaptado a las necesidades de las mujeres sampedranas nació en los últimos días. «Taxis Sheula» o «taxis rosa» tiene como propósito principal generar empleo y brindar seguridad.
“Sheula” significa rosado en la lengua lenca, una peculiaridad en estos taxis que tienen este mismo color. No es solo por ser llamativos, esta incursión en el rubro taxista tiene mucha historia y serán conducidas exclusivamente por mujeres.
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Estas unidades no solo estarán dirigidos a féminas, sino también a familias. En comunicación con Diario TIEMPO Digital, Henry Rodas, presidente de la Cooperativa de Transporte Taxistas Hondureño (COTAXIHL), los impulsadores de este proyecto, estos taxis contarán con un botón de pánico, GPS, cámaras de video y red wifi incluido.
Igualmente, un parlante que transmitirá la llamada hecha por la central, para constatar cómo se está llevando a cabo el viaje; si tanto los pasajeros como la conductora se encuentran bien. Así como tendrá un seguro por accidentes que también cubrirá a quienes utilicen la unidad.
Esta nueva línea de taxis viene a aportar seguridad, sobre todo a la población femenina sampedrana y traerá empleos para muchas mujeres.
¡Pronto comienzan!
De acuerdo a lo mencionado por Henry Rodas, esperan que para finales de septiembre e inicios de octubre ya puedan estar laborando. Mientras que en diciembre tendrían entre 20 a 25 taxis color rosa por toda la ciudad.
Puesto que deben capacitar a la mujer conductora, en base a las medidas de bioseguridad, y de atención al cliente.
“Queremos generar seguridad a los usuarios, mediante el manejo de la mujer”, expresó Rodas. Agregó que están trabajando en la modificación de las unidades para que cumplan con todas las medidas establecidas.
Historia detrás de las mujeres taxistas
Emerita Suyapa Fernández Castillo, en 1989 se convirtió en la primera mujer taxista en San Pedro Sula, transcurridos tres años, se atrevió a fundar la ruta de taxis-colectivos de La Unión, Montefresco.
Ya con 64 años de edad, doña Emerita se sigue dirigiendo hacia este rubro con mucho orgullo y amor. Esta ejemplar mujer, a través de su trabajo, en conjunto con su esposo, logró sacar adelante a sus seis hijos, quienes ahora también se dedican a este rubro.
Según relató Emerita a un periódico sampedrano, en el tiempo donde ella comenzó a dedicarse a esta profesión, el cobro del pasaje era solamente un lempira, mucho tiempo atrás. Pero, no todo fue fácil porque recuerda que en su momento fue complicado encajar en una labor «solo de hombres».
Pese a todo ello, doña Emerita logró ser socia de la ruta de transporte, y poco a poco, los mismos hombres que le decían “que eso no era para mujeres”, la terminaron aceptando.
También, con nostalgia reveló que cuando se comenzaba a expandir la violencia ella tuvo que dejar de trabajar por el miedo. Recuerda que cuando laboraba solamente estaban registrados 800 unidades de taxis en la ciudad, por lo que ahora son más de 5200.
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