TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Reina Lizeth Bonilla, suegra del excapitán Santos Orellana, aseguró que ella vendía comida a militares y que todo lo que ella tiene es a base de su trabajo.
Bonilla dijo que desde el año 1990 tiene un contrato con las Fuerzas Armadas de Honduras, e indicó que nada del dinero proviene de actos ilícitos. Además, mencionó que tiene todos los cheques que la institución militar le ha girado para comprobar por medio de sus cuentas la procedencia del dinero.
«Estamos trabajando desde el año 90. Yo trabajé en el mercado desde los quince años, tengo 38 años ya trabajando y mi mamá me enseñó a trabajar desde los 6 años», mencionó la acusada.
Además, la suegra de Santos Orellana, catalogó todo este proceso legal como persecución política por parte de gobierno. «Todo el mundo lo sabe, no son secretos a voces estos».
Audiencia de declaración
La medida se quiere llevar a cabo debido a que la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), asegura tener un gran número de documentos probatorios en contra de Orellana.
Ayer se suscitó la primer audiencia de declaración del imputado, por lo que un juez dictó la medida de detención judicial y posteriormente se le remitió a guardar libertad en el Primer Batallón de Infantería.
Además, se le dictó de igual forma la misma medida a Jennifer Lizzeth Bonilla, esposa de Orellana y también a Reina Lizeth Bonilla, suegra del excapitán. A los tres imputados se les acusa del delito de lavado de activos «al no poder justificar de manera lícita más de 238 millones de lempiras».
Por otra parte, la FESCCO manifestó que presentará una serie de pruebas en las cuales Santos Orellana está implicado con supuestas actividades ilícitas. Por lo tanto, los entes de justicia pedirán al juez la medida de prisión preventiva en contra de los tres acusados, esto con el fin de que haya un enjuiciamiento.
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Pruebas en contra de Orellana
Al parecer entre las pruebas que se tienen hay testimonios de cómo Orellana ejecutaba operativos en Gracias a Dios, donde «se quedaba con las drogas y dinero de las operaciones».
El requerimiento fiscal indicó que Orellana no declaraba lo decomisado y las armas obtenidas las enviaba a un grupo criminal de La Ceiba, llamado Zipe.
Se presume que el ente contra el crimen organizado tiene en su poder llamadas telefónicas donde presuntamente Orellana negociaba entregas de droga, luego de haber decomisado el producto a otras organizaciones criminales en La Mosquitia.
Asimismo, según testigos, Orellana es autor intelectual en múltiples muertes a personas, entre ellas, un informante de la DEA. De igual forma, se rumora que decomisó vehículos, los cuales «transportaban grandes sumas de dinero producto del narco».
Captura
Al presidenciable Santos Orellana se le detuvo en el Aeropuerto Internacional Toncontín. La Agencia Técnica de Investigación (ATIC), llegó al lugar con una orden de captura en contra de él. La pareja detenida acababa de llegar de un viaje en Islas de la Bahía con el propósito de realizar actividades políticas para su candidatura a la presidencia.
Al momento de la captura, el equipo de Orellana comenzó a transmitir en vivo vía Facebook donde se detalló cómo se le interceptó al acusado. El excapitán se expresó en contra de las acciones.
«Esta es la justicia en nuestro país, estamos viendo lo ilegal. Es venganza del presidente porque su hermano está preso en Estados unidos», aseveró Orellana.
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