“Es para darle gloria y honra a Dios. Mi experiencia fue muy difícil porque lo que yo he pasado no es fácil. Esperaba no sobrevivir, después de dos infartos, pero Dios tiene un propósito para mi vida, porque aquí estoy viva y voy a ver nuevamente a mi familia”, expresó la ciudadana Claudia Peréz, al ser dada de alta de la Unidad Estabilizadora Municipal en San Pedro Sula.
Además, dijo estar llena de gratitud con los médicos y enfermeras que velaron día y noche por su salud.
Originaria y residente de Arizona, en el departamento de Atlántida, Pérez es una de los más de 2,300 hondureños que han recibido atención médica en la Unidad Estabilizadora Municipal. Este centro se habilitó el 16 de mayo de 2020 por la alcaldía de la capital industrial y cumple 16 meses funcionando.
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Francisco Alba es otro hondureño que completó su recuperación de la covid-19 y regresó a su casa agradecido por los cuidados que recibió de todo el equipo de trabajo.
“Han sido momentos difíciles, pero he salido adelante gracias a los médicos, y a todo el servicio que me han dado, a toda la asistencia médica. Muchísimas gracias a la alcaldía, al alcalde Armando Calidonio, me voy muy emocionado y feliz de haber salido de esta pandemia, y agradecido con todos ustedes y con Dios”, reiteró.
Diana Patricia Paz, otra paciente recuperada, manifestó su alegría por regresar a casa. “Muy alegre y bendecida porque me atendieron bien, con la ayuda de Dios y los doctores, por la atención, muy agradecida con ellos y con Dios”, comentó.
Lourdes Licona recibió entre lágrimas y abrazos a su mamá, Zoila Rosa Díaz, quien a sus 92 años logró recuperarse de la covid-19. “Muy agradecida con todos ustedes por la atención que le hicieron a mi mamá”, dijo.
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