El Chelsea, vigente campeón de la Premier League, cayó este sábado en su estadio ante el humilde Burnley por 3-2 en la que es la gran sorpresa de la primera jornada del campeonato inglés.
En Stamford Bridge el partido estuvo marcado por las expulsiones de los jugadores locales Gary Cahill (14 )y el español Cesc Fábregas (82), y por el estreno como goleador y asistente en la Premier League de Álvaro Morata, que disputó la última media hora.
Así jugó Chelsea: Courtois; Rüdiger, David Luiz, Cahill, Azpilicueta; Kanté, Fábregas, Alonso, Willian; Batshuayi y Boga.
Burnley: Heaton; Lowton, Tarkowski, Mee, Ward; Guðmundsson, Cork, Hendrick, Defour, Brady; Vokes
El equipo entrenado por Sean Dyche, candidato por muchos al descenso, se plantó en el suroeste de Londres con una idea clara de juego: defensa férrea y contragolpe, señas de identidad de estos ‘Clarets’.
Por su parte, Antonio Conte no varió el exitoso 3-4-3 que tantas alegrías les dio el año pasado, con Azpilicueta como carrilero en la derecha ante la ausencia de Moses, y con Rüdiger, llegado este verano del Roma, en el eje de la zaga junto a David Luiz y Cahill.
Especialmente amargo fue para Cahill su estreno como capitán de los ‘Blues’, ya que antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora el árbitro lo mandó a la ducha por una dura entrada con los tacos por delante sobre Defour.
Ni así varió su esquema Conte, que decidió quitar a Boga -sorpresa en el ‘once’- y dar entrada a un central: el imberbe Christensen. Pero el Burnley estaba cómodo, y ni el gol anulado a Vokes en el minuto 19 le restó un ápice de moral.