TEGUCIGALPA, HONDURAS. Luego de que trascendiera en la redes sociales que la religiosa María Rosa había fallecido, su hijo Enrique Rodríguez desmintió las aseveraciones e informó el verdadero estado de salud en el que ella se encuentra.
Rodríguez aseguró que su madre espiritual aún no ha muerto, pero su salud no está bien, por lo que se encuentran a la expectativa de su evolución. Además con mucha fe y esperanza porque sor en ocasiones anteriores se ha levantado.
Aclaración de Enrique Rodríguez
Enrique Rodríguez dijo: «Quiero aclarar en este momento que sor María Rosa está viva, está respirando, con sus signos vitales bien, sin embargo quiero destacar que ella está grave, está delicada. Los pronósticos de los médicos no son nada alentadores sobre el alargamiento de su vida».
En ese sentido, el hijo de la religiosa destacó que estaban allí con ella para cuidarla en todo momento. Y si era posible alargar su tiempo en la tierra, con ellos para disfrutarla lo más que se pudiese.
No puedo decir con exactitud si ella va fallecer, pero si estamos pendientes de su estado de salud, su estado es delicado. Pero en este momento está viva, sigue respirando, sostuvo Rodríguez.
Pronósticos de los médicos
Los médicos son claros, cada acontecimiento de acorde a su cuerpo es muy diferente. Sin embargo, no olvidemos que sor María Rosa tiene 93 años, y cumpliría 94, el 21 de noviembre de este año, entonces su recuperación se hace más difícil, comentó Enrique Rodríguez.
Además externó: «Entonces quiero señalar que los doctores dicen que sor ya está en una etapa terminal. Pero ella nos ha sorprendido tanta veces y nos ha enseñado a vivir con fe, con esperanza, por lo que no me extrañaría que sor se vuelva a levantar, se recupere y nos de un tiempo más de vida».
Pero, si algo llega a pasar nos resignaremos, y aceptaríamos la decisión si el Todopoderoso decide llevársela, agregó el hijo de a religiosa.
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Sor superó el COVID-19
Cabe destacar que el delicado estado de salud de sor María Rosa no se debe al COVID-19, ya que ella superó la enfermedad. Sus complicaciones son derivadas de una enfermedad de base que ella ya tenía, cirrosis hepática, misma que le ha afectado mucho su hígado.
Sor superó con creces el COVID-19 , sin embargo le dejó las secuelas en su hígado, empeorando su situación.
El estado de gravedad de la religiosa lo presentó hace unas 24 horas aproximadamente, pero sus familiares ya la han visto levantarse de esa situación.
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