TEGUCIGALPA, HONDURAS. La falsa sensación de seguridad en la población hondureña incidió en el repunte de casos de COVID-19 que se vive actualmente en Honduras, apuntó el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER).
Francis Contreras, portavoz, describió el panorama de la hospitalización desde que se alcanzó el pico de la pandemia en julio de 2020. Lo hizo en la cadena nacional que se desarrolló anoche.
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Reactivación más despreocupación
El doctor Contreras precisó que fue en la última semana de julio que se registró la ocupación hospitalaria más alta. En ese momento, unos mil 700 ciudadanos estaban bajo cuidado especializado en un centro asistencial.
Él comentó que, después, hubo un descenso «importante» en los pacientes que visitaban los recintos médicos; argumentó que había un confinamiento y estrictas restricciones para circular, lo que propició un panorama distinto.
A finales de agosto se gestó la reactivación económica, lo que provocó que la gente empezara a salir nuevamente, recordó el experto. En tal sentido, dijo que el descenso en la curva se volvió lento.
La caída ya no era tan notable pero no había un alza, lo que creó una falsa sensación de seguridad en la población, de acuerdo a SINAGER.
Incidencia de los huracanes
En noviembre la reducción en la saturación hospitalaria se volvió más marcada. «No fue porque la pandemia había terminado, sino por los fenómenos tropicales Eta e Iota«, explicó Contreras.
A su vez, dijo que la emergencia por los ciclones impedía que las personas acudieran a los hospitales, triajes o demás centros de atención porque debían preocuparse de un problema inmediato en sus comunidades.
La falsa sensación de seguridad volvió una vez que cesó la afectación de las condiciones meteorológicas adversas y no se vía un crecimiento sostenido de casos, aseguró el galeno.
Reuniones navideñas
El siguiente aspecto influyente en las gráficas fue la llegada de las fiestas decembrinas. El expositor planteó que hubo movimiento de personas por todo el país, algo característico de la cultura e idiosincrasia nacional.
Prosiguió diciendo que la gente salió a visitar a sus familiares y visitó comercios sin preocupación por acatar las medidas de bioseguridad dispuestas.
«Hubo un aumento drástico y comenzaron a saturarse las personas hospitalizadas. En la última semana de enero llegamos a cerca de 1200 personas hospitalizadas en todo el país», lamentó el médico.
A la mitad de febrero, la tendencia sigue en aumento. Por lo que, Contreras agregó que cada quien debe ser consciente y protegerse; exhortó a evitar aglomeraciones y seguir con el lavado constante de manos.
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