Redacción. La sequía que se está experimentando en Honduras está dejando un impacto severo en los sectores productivos; sin embargo, una de las actuales preocupaciones radica en sus consecuencias en la crisis energética, principalmente porque se teme que los niveles de las represas hidroeléctricas bajen de forma considerable y se lleve las esperanzas de dejar en el olvido los tediosos apagones.
Según los pronósticos de expertos, el fenómeno de El Niño dejará estragos sin precedentes en el país. «El fenómeno ya comenzó y se irán viendo los impactos a lo largo de este semestre de 2023, pero el mayor impacto se verá en 2024«, dijo a Diario Tiempo el experto climatológico, Cesar Quintanilla.
Por su parte, la Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales de Honduras (Copeco), emitió recientemente un comunicado de alerta por concepto de «sequía meteorológica» a nivel nacional.
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En el documento se detalla que a causa de la sequía «los principales ríos del país muestran un nivel muy bajo en sus caudales. Entre ellos el río Patuca, Ulúa, Chamelecón, y otros». Estas declaraciones vendrían a confirmar que las condiciones para el buen funcionamiento de las represas a nivel nacional son deficientes.
Nivel de embalses
Previo a que explotara la crisis energética el ministro de energía, Erick Tejada, escribió a través de su cuenta de Twitter que los bajos niveles en los embalses eran los causantes del desabastecimiento de energía.
«La crisis de desabastecimiento que hay a nivel centroamericano ha provocado que se bajen todos los embalses a nivel nacional en la región. Ha provocado escasez de energía en el mercado centroamericano, también en Honduras estamos experimentando un déficit a raíz de eso«, escribió.
No obstante, hay quienes mediante la opinión pública han dejado en el aire la duda de si ha habido un correcto manejo de las represas, con lo que a la vez sugieren que el Gobierno tendría parte de la culpa en la actual crisis.
Para ahondar más sobre el tema, Diario Tiempo intentó comunicarse con el secretario de energía, Erick Tejada, pero nunca atendió la llamada. Asimismo, se intentó obtener declaraciones del comisionado de la CREE, Virgilio Padilla, para conocer la postura del Estado sobre el tema, pero tampoco atendió el teléfono.
Más tarde y a través de un tuit, Tejada refutó las opiniones de quienes señalan una «mala gestión de las represas» de parte de la ENEE.
«Desmintiendo el bulo, o noticia falsa reproducida por algunos. Gracias a la buena administración del embalse este año su nivel a final de mayo, a pesar de la ola de calor, es mayor que el de 2020 y 2022», escribió.
Agregó que «la descarga del año pasado representó apenas el 0.47% de todo el embalse del Cajón. Y se hizo para preservar vidas en el Valle de Sula y bajo consideración de estrictos dictámenes técnicos».
Desmintiendo el bulo, o noticia falsa reproducido por algunos: gracias a la buena administración del embalse este año su nivel a final de mayo a pesar de la ola de calor es mayor que el de 2020 y 2022.
La descarga del año pasado representó apenas el 0.47% de todo el inmenso… pic.twitter.com/CpD4MqJbnI
— Erick Tejada Carbajal (@carbajal_tejada) June 19, 2023
Impacto de la crisis
Por su parte, la directora general de Energía Renovable y Eficiencia Energética de la Secretaría de Energía (SEN), Adriana Álvarez, compareció en el foro 30/30, donde arguyó que están intentando evitar que la crisis energética traiga consecuencias negativas para Honduras.
«Se está trabajando para mitigar el impacto de la crisis provocada por esos doce años en los cuales no se realizó ninguna inversión en generación, transmisión y distribución. Esa es la razón por la cual hoy por hoy la gente en su casa tiene apagones«, expresó.
Además, reprochó el hecho de que no se haya realizado una licitación en el año 2018 para la entrada en vigencia de plantas de energía que se avizoraba estarían funcionando actualmente.
«Es imposible que en un año y seis meses el Gobierno actual pueda construir lo que el Partido Nacional destruyó en doce años», sentenció.
Opinión del sector económico
El empresario agroalimentario, Rubén Darío Sorto, es de la opinión de que el discurso del Gobierno de los «doce años» debería haber cambiado. A su vez, señaló que debieron haberse preparado mejor para la crisis que se avecinaba.
«Esto debieron haberlo visto en el 2018, 2019. Han repetido la frase de doce años, doce años. Tuvieron doce años para preparase para gobernar, pero no se prepararon para resolver problemas, se prepararon nada más para ganar una elección», manifestó en declaraciones vertidas esta mañana.
Por su parte, el expresidente del Banco Central de Honduras (BCH), Wilfredo Cerrato, refirió que la actividad económica de Honduras ha decaído considerablemente.
«Este año la actividad económica ha decaído bastante, en el último reporte del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), a marzo, se pueden comparar ahora índices de 2.2 contra 5.7″, explicó.
Por otra parte, Cerrato añadió que actualmente Honduras no presenta señales de recuperación económica, situación que, lleva a estimaciones desalentadoras. En definitiva, habrá que enfrentar varios retos, en especial el de la seguridad alimentaria, manifestó.
«Por un lado, la gente no tiene empleo y por otro lado, la comida escasea y puede estar más cara. Ha llovido la mitad», añadió. Incluso, señaló que la actividad económica podría terminar en una desaceleración.
Fenómeno de El Niño
El máster Quintanilla recordó que el fenómeno de El Niño provocó que el verano de 2016 se registrara como uno de los más cálidos de toda la historia.
Pero no sólo eso, ese año El Niño dejó secas en esa temporada una cantidad de casi 400 fuentes de aguas en todo Honduras. Asimismo, recordó que más de 700 mil hectáreas de bosque se perdieron por el gorgojo descortezador a causa de la sequía.
Sin embargo, y luego de siete años, «los dos océanos están hirviendo (Océano Atlántico y Océano Pacífico)», lo que significaría que «El Súper Niño es un fenómeno que viene a calentar lo que está recalentado», afirmó el meteorólogo.
En ese sentido, las previsiones sobre los efectos que podría causar el fenómeno en Honduras este año, son alarmantes. Quintanilla visualiza que se podrían esperar desde brotes de nuevas plagas, enfermedades y la más preocupante de todas, «que la tierra se vuelva estéril por la sequía».
Extensión de canícula
Sumado al fenómeno de El Niño, se prevé que la canícula (la temporada del año en la cual el calor es más fuerte) que estaría iniciando en el mes de julio se extienda hasta el mes de agosto. Además, Quintanilla explicó que aunque llueva, actualmente hay una reducción total en todas las regiones de la cantidad de agua lluvia.
Ante el panorama, el experto refirió que las acciones de adaptación son las que «nos pueden hacer sufrir menos» ante estos fenómenos. «Lastimosamente somos un país en donde históricamente sólo reaccionamos a cada cosa, no prevenimos en nada. Lo peor es que la reacción es mala, porque no tenemos con qué», agregó el experto.
Además, dejó entrever que las acciones debieron haberse iniciado con tres meses de antelación como mínimo. Lo anterior, significa que ahora es tarde para revertir los estragos que pueda dejar el paso de la sequía en Honduras.
Pese a lo inevitable de las consecuencias, el experto en temas climatológicos no descartó que se deban gestionar algunas acciones para reducir el impacto. «Las medidas que se puedan hacer ahora deben ser serias con las alcaldías, porque desde el Gobierno central es difícil que lleguen a todo el país», puntualizó.