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jueves, noviembre 21, 2024

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La pandemia del coronavirus ha destacado la importancia de gestionar bien las emociones para afrontar los momentos difíciles de la mejor forma posible. Tanto así que las personas empezaron a valorar una buena salud mental como el pilar más importante a la hora de lograr un bienestar integral.

Según datos recogidos en el estudio «Cigna 360 Well-Being Survey 2021», para el 81 % de los encuestados la salud mental es lo más valorado, seguido de la salud familiar (con un 77 %) y de la salud física (con un 76 %). Las tres cifras aumentan respecto a las de la edición anterior del sondeo.

«La pandemia ha visibilizado un problema de salud mental que ya estaba ahí, rebajando el tabú que existe a su alrededor», opina la doctora María Sánchez, e-Health Medical Manager en España de la aseguradora de salud Cigna.

Lea también – Las emociones y el dolor de espalda: ¿cómo se relacionan?

Pese a ello, nos sigue costando ir al psicólogo o al psiquiatra si detectamos que podemos tener alguna dificultad a la hora de gestionar nuestras emociones.

Cinco señales de sospecha de la salud mental

Desde la compañía de seguros responsable del estudio ponen el foco en cinco señales que pueden alertarnos de una alteración del bienestar mental y que reflejan la necesidad de pedir ayuda profesional. Son los siguientes:

1. Tener una actitud excesivamente crítica

Cuando la crítica se convierte en un hábito, el riesgo de sufrir ansiedad y depresión es más grande.

«Una forma de proceder excesivamente crítica produce tensión, agitación emocional y un estrés relevante. Los pensamientos negativos, además, afectan a nuestro funcionamiento emocional», remarcan desde Cigna.

las mujeres actúan más que los hombres frente
Las mujeres actúan mucho mejor que los hombres frente a las dificultades emocionales.

Así, a la crítica constante suele sumarse la obsesión por detalles sin importancia o el hecho de que la mayor parte del tiempo la persona tenga una actitud negativa.

2. Comer mucho, o muy poco, de repente

Los cambios en los hábitos alimentarios también pueden ser consecuencia de una alteración mental.

  • Sospecha si alguien de tu entorno empieza a comer sin control. El estrés, la ansiedad, la depresión o trastornos como la bulimia pueden estar detrás.
  • También si ocurre lo contrario, que ingiere muy poca cantidad de comida. «Así es como comienzan los problemas relacionados con la distorsión de la realidad», apunta la aseguradora de salud. Los casos de anorexia son buen ejemplo de ello.

3. Ser incapaz de concentrarse

Aunque esto puede deberse a un gran número de factores, es cierto que sufrir ansiedad, depresión u otros trastornos del estado de ánimo puede provocar que a la persona le cueste mucho centrarse en cualquier tarea que haga.

4. Dejar de hacer cosas que antes se disfrutaban

Perder la ilusión y la motivación por actividades que hasta hace poco gustaban hacer puede estar indicando una pérdida de interés por el presente y también por el futuro. Otras señales de alerta son mostrar indiferencia, desinterés y desgana a menudo.

Este desinterés y dificultad para ilusionarse puede ser síntoma de varias alteraciones, como por ejemplo un trastorno ansioso depresivo.

5. Encerrarse en uno mismo

A veces no relacionarse con los demás llega a ser patológico. Ocurre cuando las interacciones se evitan de tal forma que esto acaba afectando a las actividades cotidianas y al rendimiento laboral.

Es lo que se conoce como fobia social, y la ayuda de un especialista en salud mental es fundamental para superarla.

Las mujeres acuden más a terapia, lo hacen un 20 % frente a un 18 % de los hombres.
Las mujeres acuden más a terapia, lo hacen un 20 % frente a un 18 % de los hombres.

¿Por qué es importante pedir ayuda?

«No hay que olvidar que los trastornos que producen una inestabilidad emocional continuada afectan directamente a nuestra forma de pensar, actuar y percibir todo lo que nos rodea, además de determinar la forma en que nos relacionamos», destaca la doctora Sánchez.

Por ello, ante cualquiera de los síntomas que acabamos de mencionar es crucial tomar medidas cuanto antes para evitar que lo que puede empezar como un bache emocional se acabe convirtiendo en un trastorno de salud mental.

  • Según la encuesta de Cigna, tan solo el 19 % de las personas acude a un profesional para aprender a gestionar mejor sus emociones.

¿Qué hacemos si nos sentimos mal?

¿Qué hacemos, entonces, cuando detectamos que estamos pasando por un mal momento a nivel emocional?

  • Apostar por un estilo de vida más saludable suele ser nuestra primera opción para intentar solventarlo: 3 de cada 10 encuestados opta por hacer deporte, llevar una dieta más equilibrada o incorporar en su día a día rutinas para descansar mejor.

Sea cual sea la opción elegida para gestionar las emociones es importante recordar, como señala María Sánchez, que con la pandemia «la vida de la población en general se ha visto sometida a muchas presiones que, si no se controlan, pueden tener graves consecuencias para su bienestar integral».

Las mujeres, más atentas a su salud mental

Los datos recogidos en la encuesta reflejan que las mujeres actúan más que los hombres frente a las dificultades emocionales.

  • El 34 % elige practicar ejercicio ante un bache emocional, frente a solo el 25 % de los hombres.
  • El 25 % habla con sus amigos y familiares de sus problemas, una opción que comparten con el 22 % de los varones.

Fuente: Saber Vivir.


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