Yoro, Honduras. Tras un supuesto atentado, empresas de transporte de la ruta de El Progreso a San Pedro Sula han dejado de operar, desde el medio día de este sábado.
De acuerdo con los informes, las empresas que no están laborando son Catisa, Tucsa y Trasul. Los empleados de estas empresas dijeron al canal HCH que se han paralizado porque que en horas de la mañana un bus de Alejandra Express fue atacado a disparos por supuestos malhechores.
El hecho ocurrió específicamente en la carretera del aeropuerto Ramón Villeda Morales del municipio de La Lima, Cortés.
Los afectados no quisieron brindar más detalles por motivos de seguridad, sin embargo, se presume que ese atentado ocurrió por el cobro de la extorsión.
De igual manera, los pobladores que se trasladan en estas unidades de transporte se mostraron preocupados, ya que aseguran que ahora deben contratar los servicios de un taxi para poder movilizarse de El Progreso hacia la capital industrial o sectores aledaños.
«Dios mío protege a los conductores y cobradores, realmente es lamentable que no se pueda trabajar porque te matan. Dios nos ampare», comentó una persona.
Por su parte, estas empresas de transporte hacen un llamado a las autoridades para que les brinden algún tipo de protección y puedan seguir laborando.
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La mayoría de empresas de transporte, en la ciudad de San Pedro Sula, padecen los mismos problemas, por no tener apoyo del Gobierno o por sufrir el cobro de extorsión. Concretamente, una de las rutas que más se ha visto dañada es la 7.
Estas unidades hacen un recorrido completo. Por tanto, se arriesgan a sufrir delitos y eso es lo que han denunciado los usuarios.
Los transportistas denunciaron que hace unos días les llegó una nueva banda, llamada «El combo que no se deja», para cobrarles la extorsión, con ellos, ya serían tres estructuras a las que tendrían que pagarles.
De acuerdo con lo mencionado por los afectados, les pedían 300 mil lempiras de entrada, para posteriormente seguir con un pago mensual o semanal.
A raíz de eso, estuvieron paralizados por varios días, pero la necesidad los obligó a volver. Fue en ese momento que todo se puso peor, pues se cumplió la primera amenaza que les habían hecho: los atentados.
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