San Pedro Sula, Honduras.- No poder visitar ciertos barrios y colonias sin permiso y de hacerlo tener que bajar los vidrios del carro, esconder el celular mientras se camina en las calles y subirse al transporte público son todas actividades de gran riesgo. Lo anterior y más, reflejan la realidad de miles de personas que habitan en San Pedro Sula.
La inseguridad ha reinado en la capital industrial por mucho tiempo, y parece un tema de nunca acabar, pues año con año, las organizaciones criminales ponen en práctica nuevas estrategias delictivas.
Los secuestros exprés, la extorsión, los robos de autos, los asaltos en los buses, los asaltos de viviendas y muchos delitos más se comenten a diario en esta ciudad.
Sin embargo, ciudadanos aseguran que este último año ha aumentado la inseguridad y sobre todo en vísperas de la Navidad.
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Diario TIEMPO se contactó con el sociólogo, Lelys Paz, quien aseguró que esta situación es cada vez más preocupante, pues el sistema de seguridad está un «poco flojo».
«Las autoridades mostraron cierta flojera en el tema del ejercicio del control policial, es porque la política del nuevo gobierno es ser un poco blanda en tema de la acción policial militar», indicó Paz.
El experto indicó que esta problemática se debe a la pobreza en que se encuentra el país.
«Lamentablemente Honduras presenta los indicadores sociales más bajos de América Latina. Es el país más pobre en América Latina y Segundo en América Central. El detonante de la violencia va a ser una respuesta o una consecuencia de lo no se ha podido hacer en el país», comentó.
Paz señaló que la inseguridad irá en aumento, pues las autoridades no han atacado el problema desde donde se debe.
«Lo que las autoridades han hecho es utilizar mecanismos paliativos, momentáneos, circunstanciales para poder apaciguar un poco el tema de la violencia, pero no se resuelve con lanzar policías en la calle o militares. El problema se resuelve con que haya oportunidades y empleos«, indicó.
Además, opinó que el alto presupuesto que se destina en Seguridad solo es «una muestra absurda, irracional y hasta cierto punto tonta en que hemos querido resolver el problema de la delincuencia«.
Por último, el sociólogo expresó que la gran tarea de este gobierno es crear condiciones a la población en temas sanitarios, educativos y de empleo. A corto plazo, opinó que debe haber un mayor control policial y definir políticas públicas.
Dos propuestas para combatir la inseguridad
TIEMPO también consultó con el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, Eduardo Facussé, quien dio dos recomendaciones para que disminuya la violencia e inseguridad en San Pedro Sula.
«Es un flagelo que tenemos que estar combatiendo constantemente. La percepción ciudadana dice que la inseguridad ha aumentado. Creemos que hay dos iniciativas que se deben implementar urgentemente«, comentó.
Facussé indicó que se debe implementar un estricto control de los chips telefónicos, ya que cada persona debe hacerse responsable de su número y no se deberían estar vendiendo de manera deliberante.
«Realmente es importante retomar el control de las tarjetas de sim con esta situación. Es importante que las empresas telefónicas manejen un buen récord de quien está solicitando el sim», comentó.
Otra de las incoativas que recomendó es que se deje de usar el dinero en efectivo en el transporte público y se implementen tarjetas electrónicas.
«Estoy convencido de que si se toman estas dos acciones se reduciría enormemente el flagelo de la extorsión y de la criminalidad. Hay que hacer un buen uso del presupuesto, entonces ahí es donde se tiene que cuidar que el dinero sea bien utilizado», manifestó.
Al mismo tiempo, Facussé lamentó que el tema de la extorsión y la criminalidad siga afectado a los grandes y pequeñas empresas.
«Este es un tema que afecta a todos. Realmente incide negativamente en todos los actores de la economía. Creo que hay que poner bajo control este asunto. Hay problemas estructurales que no se pueden desconocer, la falta de educación, salud, empleo. Al no tener oportunidades en la economía los jóvenes eligen estas actividades delictivas», finalizó.
