REDACCIÓN. Un estudio reciente reveló que un medicamento, que originalmente se indica para tratar la diabetes tipo 2, también está dando buenos resultados en cuanto al tratamiento de personas obesas, al registrar un notable decremento en el peso, por lo que se plantean estudios complementarios.
Lo antes expuesto, porque la obesidad es un problema de salud mundial y aunque existen otros tratamientos menos invasivos para bajar de peso, hasta ahora los que más han dado resultado son el efectuar cirugías bariátricas y el uso de medicamentos. Sin embargo, los tratamientos actuales no ofrecen los resultados que la cirugía para tratar diabetes tipo 2.
Hablamos del medicamento conocido como semaglutida, el cual se usaba exclusivamente para el tratamiento de pacientes con diabetes tipo 2 -la cual se da cuando el cuerpo no produce o no usa bien la insulina-, esta resistencia a la insulina suele estar causada por el sobrepeso o la obesidad, por lo que es común que aquellos que tienen diabetes tipo dos también sean obesos.
No obstante, no todas las personas obesas tienen diabetes tipo 2, aunque sus kilos de más si los vuelven más propensos de padecer dicha enfermedad. Por eso se efectuó un estudio en donde se involucró a dos mil adultos provenientes de 16 países, todos ellos obesos, pero no tenían diabetes.
Estudio
El estudio lo financió la compañía farmacéutica Novo Nordisk, que se encarga de vender la semaglutida. Informaron que los resultados los analiza la administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
Según The New England Journal of Medicine, lo que se busca, es que el medicamento se venda como tratamiento para la obesidad.
Durante el estudio se dividieron a las personas en dos grupos; unos tomaron un placebo diseñado para perder peso, mientras que el resto consumió semaglutida una vez por semana. Al final del ensayo, ambos grupos perdieron peso, pero la pérdida fue mucho mayor en las personas que se trataron con semaglutida.
El estudio se efectuó en 68 semanas. Durante ese tiempo, a los participantes se les suministraron los fármacos y se determinó que la semaglutina ayudó a suprimir el apetito. Todos los pacientes que recibieron este medicamento presentaron una pérdida promedio de 14.8 % de su peso corporal.
Además, en algunos casos la pérdida de peso fue mayor, ya que el 30 % registró una pérdida de más del 20 % de su masa corporal. En consecuencia, los resultados confirman la teoría de que la semaglutida ayuda a la reducción de peso en personas obesas y que no necesariamente tengan diabetes tipo 2.
Los resultados
Con estos resultados se concluye que la semaglutida es hasta dos veces más efectiva que los tratamientos comerciales para bajar de peso, lo que significa que con medicamentos se obtuvieron los resultados que solo la intervención quirúrgica podía lograr hasta ahora.
También se registraron mejoras en la reducción de riesgos cardiometabólicos y los pacientes obesos tratados con semaglutida también reportaron mejoras en su calidad de vida.
Sin embargo, varios de los participantes en el estudio reportaron algunos efectos leves o moderados como náuseas y diarrea. Debido a eso, al menos 60 personas tuvieron que suspender el tratamiento.
El nutricionista Tom Sanders, del King´s College de Londres, refirió que aunque los resultados son contundentes, el uso del fármaco se tiene que acompañar de cambios en los hábitos alimenticios y ejercicios. Varios pacientes reportaron un incremento en su peso una vez que se les dejó de administrar el fármaco.
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