TEGUCIGALPA, HONDURAS. El impacto socioeconómico que está causando la pandemia de COVID-19 en Honduras expone a gran escala cuáles son los sectores que más fondos necesitarán para levantarse y, en el marco de la presentación del Presupuesto General 2021, surge una importante pregunta: ¿quién debe ser la prioridad?
El proyecto de ley de la Secretaría de Finanzas para el Presupuesto General del año fiscal 2021 supera los L288 mil 145.1 millones, un aumento en comparación al de 2020.
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Diversos sectores han hecho hincapié en la necesidad de aumentar el desembolso, pero es un tema debate ante las consecuencias que se avecinan: cifras inimaginables en deserción escolar, delincuencia y un devastado sistema sanitario.
Seguridad, Salud y Educación
Ebal Díaz, ministro de la Presidencia, se refirió explicando que Salud y Educación son dos áreas importantes para el país, para las que se han destinado más de 9 mil millones de lempiras en el Presupuesto 2021.
Sin embargo, considera «es necesario seguir invirtiendo en seguridad, puesto que los mareros, pandilleros y crimen organizado no entienden de buena manera y por eso se debe fortalecer los órganos de seguridad y defensa».
DIARIO TIEMPO DIGITAL, consultó la opinión de representantes de Salud y Educación.
Panorama educativo
El dirigente del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH), Daniel Esponda, expresó:
«Debemos de comprender y está comprobado por la comunidad científica, que el gasto en pertrechos policiales y militares no resuelve el tema de la violencia; la violencia es el resultado de la exclusión social, a causa de la pobreza, en gran medida».
Agregó que «al gobierno le favorece muchísimo o a los que están administrando el gobierno, generar mayor presupuesto para Defensa y Seguridad, porque eso va prácticamente a partidas secretas, entonces no le tienen que dar cuentas a nadie».
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El dirigente considera que para realmente erradicar la violencia en el país, se debe mejorar el sistema educativo.
«Si tuviéramos un sistema educativo fortalecido, robusto que estuviéramos educando para el empleo, sin duda que tendríamos un crecimiento económico importante y nuestros jóvenes no serían objeto de las garras de la violencia», explicó.
Para Esponda, el Estado tiene una política totalmente equivocada, que en varios países del mundo ya está demostrado que no es la vía correcta. Asegura que la violencia e inseguridad no se combate o erradica comprando armas.
«En vez de estar planteando este disparate, debería estar planteando qué presupuestos se van a generar para poderle dar conectividad a toda la comunidad estudiantil, para que los niños que no tienen aparatos electrónicos inteligentes, el Estado se los prueba proveer», dijo refiriéndose al ministro Díaz.
El directivo hizo mención de los principales requerimientos que necesita el sistema educativo del país para mejorar. Entre ellos:
- Construir un programa de rescate del sistema educativo
- Garantizar las condiciones y la infraestructura pedagógica para desarrollar las clases
- Producción estatal de libros de texto, entre otros.
Asimismo, el pedagogo dejó en claro que la crisis en el sistema educativo no es resultado de la COVID-19, sino que es un problema que se viene arrastrando desde décadas.
Puesto que los gobiernos no invierten en infraestructura, en material didáctico, y en general, considera que en Honduras no hay un verdadero proyecto para el tema educativo.
Panorama sanitario
El neumólogo Carlos Aguilar, exministro de Salud, cree firmemente en la necesidad de reorientar los recursos que el país tiene en este momento.
«Quedó demostrado a lo largo de todos estos meses de pandemia que el Sistema de Salud no está preparado, ni mucho menos para enfrentar este tipo de situaciones, que han llevado al pueblo hondureño a una crisis sanitaria, nunca antes vista», señaló.
El estudioso de la medicina explicó que la pandemia ha dejado enormes repercusiones en el ámbito social, económico y financiero. Definitivamente es al Sistema de Salud al que se le debe dar absoluta prioridad. Y vinculado a eso, la educación seguirá siendo el pilar fundamental para que los proyectos de salud puedan ser exitosos.
«Los programas de atención primaria en Salud, implican enormes cambios a nivel estructural para permitir que sea la medicina preventiva y no curativa, como hasta ahora ha venido sucediendo, la que juegue un papel protagónico en el cuidado de la salud de los hondureños», aseveró.
Para el galeno, es más importante cómo se inviertan los recursos destinados a Salud, que la cantidad. «En un país con una economía tan vulnerable como la nuestra, se debe saber utilizar con mucha eficiencia los recursos».
«Pienso que la distribución de los fondos debe destinarse fundamentalmente a fortalecer el acceso a los servicios públicos de Salud; ya que en Honduras se estima que en un 25 % de la población no accede de manera adecuada a estos», concluyó Aguilar.
La planificación y la capacitación adecuada para poder utilizar estos recursos es fundamental. Así como el «fantasma de la corrupción» en cada sector que brinde servicios a la población, concluyó Aguilar.
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