CORTÉS, HONDURAS. Desde la Terminal Metropolitana de Buses de San Pedro Sula, hoy en horas de la madrugada inició su viaje la segunda caravana de migrantes de 2020.
Se debe mencionar que el número de personas que la conformaban era muy inferior al de otras caravanas. En esta ocasión, tan solo unos 150 migrantes, entre hombres, jóvenes y madres solteras con sus niños, huyeron del país.
Los hondureños durmieron en los espacios con grama que tiene la Terminal de Buses en sus afueras. Cubiertos con sábanas, juntos, para darse calor unos a otros, así los migrantes pasaron la noche y esperaron que el Sol se mostrara en el horizonte para emprender su recorrido.
Al consultarle cuál es su razón de migrar, un miembro de la caravana dijo que «El camino hacia el norte es peligroso. Sin embargo, pero es más peligroso vivir en Honduras.
En estos momentos, los compatriotas se dirigen a la frontera con Guatemala, en donde tendrán que hacer el proceso migratorio correspondiente para continuar con su faena. Cabe destacar que tan solo las personas que no porten sus documentos personales y a los menores no acompañados se les negará la entrada al país vecino.
Una vez en Guatemala, los migrantes se dirigirán a México. En ese país, tal y como ocurrió con la caravana anterior, probablemente el Gobierno les niegue cualquier clase de salvoconducto, es decir, permiso de libre tránsito. En el peor de los casos, los detendrán y deportarán a Honduras en los días posteriores.
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Deportación de hondureños en 2020
El último informe del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigho), dependencia adscrita a la Cancillería, detalló que desde el 1 al 26 de enero fueron retornados a Honduras 5 mil 615 personas.