COPÁN, HONDURAS. Un sacerdote de Corquín, en el departamento de Copán, se viralizó en redes sociales luego de que circulara un vídeo donde le arrebata la mascarilla a varios feligreses y les pide no utilizarla. Hoy, el líder religioso salió a pronunciarse.
El sacerdote, de nombre Rolando Peña, declaró para el medio de comunicación HCH que esa era «su forma de ser». Indicó en primer lugar que llegó desde las 7:00 de la mañana y recorrió las calles bendiciendo todo en conmemoración al Domingo de Ramos.
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«Es mi forma de ser. Yo le digo ahorita, quítese esa babosada quiero verle la cara», indicó el sacerdote, mientras tomaba la mascarilla del corresponsal en Copán. «Eso fue lo que pasó», agregó.
Sostuvo que, de repente él tiene su manera de ser, y se refirió a las mascarilla con una palabra. «Cuando usted se muera, Dios solo lo va a llamar», apuntó.
El religioso afirmó que él habla de la fe y de que las personas tienen que tener la confianza en Dios. «Esta babosada yo la uso, pero esto no me va a salvar de un cáncer, una anemia, o de cualquier otra enfermedad», externó.
El sacerdote ratificó que las personas malinterpretan las cosas que él dice, pero no miraban todo lo bueno que hacía. «Yo lo digo, con el respecto a muchos compañeros, ellos se quedan, pero yo salgo aunque ande con mi problema de cadera».
Aseguró que aunque tiene esa fractura, él anda recorriendo las bancas de la iglesia y «bromeando» con las personas. Ahí, era donde la gente malinterpretaba las cosas, según destacó.
«Yo estoy preparado, ayer platiqué con el padre Leonardo y le decía que si quería quedarse con la parroquia, quédese. Allá tengo mi casita yo», acotó.
Reveló que si pensaban que él era el problema, que prefería no molestar a nadie. Asimismo, contó que desconocía si las autoridades eclesiásticas iban a removerlo o trasladarlo de sede.
Sin embargo, expresó que sostuvo una llamada con el monseñor Luis Santos de Tegucigalpa, y le dijo: «No te dejes manejar por los medios de comunicación, porque una cosa que diga uno, la malinterpretan».
«Por una cuestión de estas (mascarilla), si yo ando tres en el carro», exclamó el sacerdote. Al momento que el corresponsal le cuestionó por qué se las había arrebatado a la feligresía, sostuvo con una risa que eran «ganas de molestar».
Para finalizar el religioso manifestó que pedía disculpas si alguna persona se había sentido ofendida. Agregó que en la iglesia se cumplían con las medidas de bioseguridad, que había gel, mascarillas y que las bancas estaban enumeradas, pero que él tenía que defender su fe.
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