CORTÉS, HONDURAS. La mayoría de empresas de transporte, en la ciudad de San Pedro Sula, padecen los mismos problemas, por no tener apoyo del Gobierno o por sufrir el cobro de extorsión. Concretamente, una de las rutas que más se ha visto dañada es la 7.
Estas unidades hacen un recorrido completo. Por tanto, se arriesgan a sufrir delitos y eso es lo que han denunciado los usuarios.
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Sin embargo, esta es una situación que los transportistas no pueden controlar, pues según señalan, en cualquier momento puede «subirse un ladrón». Asimismo, indican que el tema de la inseguridad siempre será un problema, no solo en el rubro, sino en todo el país.
Esta ruta recorre diferentes puntos de la ciudad. Entre ellas están: Colonia Pavón, Perfecto Vásquez, 27 calle, Las Palmas, Colonia Aurora, Cabañas, Centro Comercial Galerías del Valle y Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS). Y finaliza en el Hospital Mario Catarino Rivas (HMCR).
Para ellos, levantarse cada día y empezar la jornada requiere esfuerzo, pues en la mayoría de «vueltas» andan con temor de lo que pueda pasar, pero principalmente por el «impuesto de guerra».
Los transportistas denunciaron que hace unos días les llegó una nueva banda, llamada «El combo que no se deja», para cobrarles la extorsión, con ellos, ya serían tres estructuras a las que tendrían que pagarles.
Se han paralizado por la inseguridad
De acuerdo con lo mencionado por los afectados, les pedían 300 mil lempiras de entrada, para posteriormente seguir con un pago mensual o semanal.
A raíz de eso, estuvieron paralizados por varios días, pero la necesidad los obligó a volver. Fue en ese momento que todo se puso peor, pues se cumplió la primer amenaza que les habían hecho: los atentados.
Un día, un sujeto se hizo pasar por pasajero, disparó en la parte delantera del automotor y le dejó un teléfono celular al conductor. Según los testimonios, el individuo le dijo a los pasajeros que no se preocuparan, que el problema era con los de la ruta 7.
Después, cuando un chofer estaba llegando a su vivienda para estacionar la unidad, unos individuos empezaron a disparar y luego se fueron del sitio.
Los transportistas alegan que si la situación sigue así, los llevará a que la ruta desaparezca, pues no pueden estar pagando a tres organizaciones criminales. «No dará ganancias y prácticamente solo trabajaremos para ellos», externó un afectado.
Por otro lado, empleados de esta ruta sostienen que la pandemia los dejó sumamente afectados y más cuando se dio el cierre presencial de la UNAH-VS, pues de ahí es donde más tenían pasajeros.
Lo que ellos piden es que las autoridades les apoyen con el tema de la seguridad y además con las demandas que tienen. Los transportistas recalcan que durante todo este tiempo les han dado la espalda y solo ven acuerdos, pero sin resultados.
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