SAN PEDRO SULA, CORTÉS. El país se está enfrentando a dos crisis que, por separado, son capaces de frenar el desarrollo de la sociedad, pero juntas, como actualmente, todavía más. Se trata de la economía y educación.
La pandemia del COVID-19 y los dos huracanes que golpearon a Honduras en 2020, Eta e Iota, agudizaron la problemática en esas dos áreas que de por sí ya eran frágiles en Honduras.
Pero, con la transición de gobierno ya hecha, los hondureños tienen la esperanza de que los próximos años su situación mejore. Pero, ¿cuáles son los retos que enfrentan las nuevas autoridades?, ¿qué recomendaciones se les puede dar?, ¿cómo sacar adelante la educación y mejorar la economía?
Roger Valladares, exitoso empresario hondureño y fundador de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), cuenta una gran experiencia sobre los dos temas y exponer su visión sobre estos.
Educación
En primer lugar, en torno al tema de la educación y sus recomendaciones para recuperar los dos años perdidos por la pandemia del COVID-19, Valladares manifestó que «los problemas no surgieron en la pandemia, sino que están desde. No sé cuánto tiempo más va a durar si no se cambia de actitud, si no se cambia de modelo educativo.
El empresario consideró que Honduras no estaba preparada, pero sólo en el sector público, pues los colegios y escuelas privadas han continuado funcionando bien.
«Los del gobierno debieron invertir lo suficiente mientras se volvía a las clases, meterle una mayor capacitación (a los profesores), equipamiento, porque se necesita equipar a los profesores también y de esa manera ir saliendo adelante», comentó.
Con la pandemia del COVID-19, algunos especialistas consideran que la educación hondureña ha «perdido» dos años de desarrollo. «De por sí la educación nuestra ha sido deficiente y la pandemia complicó más la calidad», dijo.
Pero, entonces, ¿qué debe hacer el gobierno para «ponerse al día»? A esa pregunta, Valladares aseguró que «durante dos años se olviden de los feriados y, que en vez de que los muchachos se vayan para Semana Santa, para Navidad, Día del Maestro, Día de la Madre, los profesores estén con sus alumnos obligados a asistir presencialmente a recibir sus clases».
«Hay que hacer la fuerza y concientización entre padres de familia y alumnos (…) que durante dos años no se va a permitir nada más que el feriado del sábado y del domingo», agregó.
Más carreras
Por otro lado, Valladares mencionó que uno de las grandes deficiencias de la educación de Honduras es la poca oferta académica que hay a nivel público. Algunas carreras, según él, están desfasadas y ya no interesan a los educandos.
«Tenemos que meter carreras nuevas, carreras técnicas, carreras prácticas, y no seguir con la misma monotonía. En Honduras hay carreras que ya están saturadas, y si no están saturadas, no hay una demanda», criticó.
Asimismo, recomendó que «se debe cambiar el modelo que tenemos, la manera cómo se enseña la matemática, que eso es lo que más corre a los muchachos. Si usted hace cuentas, la deserción se da cuando los muchachos son reprobados en matemáticas, porque se enseña matemáticas como para correr al mismo diablo».
Por otro lado, el empresario cuestionó que el Gobierno no brinda a los profesores el material didáctico que se necesita para impartir clases.
«Cuando hay matrícula en los colegios o en las escuelas ellos piden contribuciones porque en las escuelas y en los colegios no les pagan guardias, no les dan para las escobas, no les dan para los trapeadores, no les dan ni para el marcador que usan, entonces, por eso piden una contribución. El Gobierno critica y castiga eso, pero no pone nada», dijo.
Economía
El otro tema que golpea al país es la economía, y ante eso, Valladares brindó sugerencias sobre qué deben hacer las autoridades gubernamentales para sacar adelante a Honduras, enfatizando que es importante apoyar a los emprendedores.
«Tenemos que trabajar en hacer industrias que produzcan lo suficiente para suplir las necesidades y para exportar los excedentes. En la agricultura tenemos mucho que aprender y diversificar. En este sentido, sería entrarle de lleno a la agricultura y a la ganadería y a la industria, y no sólo la industria de la maquila, sino industria diversificada, industria tecnológica, automotriz», comentó.
Además de eso, ejemplificó que la UTH prepara anualmente a una gran cantidad de gente emprendedora, «¿pero de qué sirve que pongan un pequeño negocio si después le suben a la luz y no les ajusta para pagar?», cuestionó.
«Hay que darles algunas facilidades, y no digo que les regale nada, sino que les permita desarrollarse sin tantos impuestos, tantos servicios caros. Eso desanima a la gente. Hay personas que empiezan con mucho entusiasmo, pero después se desanima», agregó.
Sobre los combustibles
Don Roger Valladares explicó que el Gobierno es el que más gana con cada galón de gasolina que se vende. El impuesto que cobra el Gobierno «está disimulado», porque a «si usted compra L 100 de gasolina, L 50 va para el Gobierno».
En ese sentido, consideró que las medianas y pequeñas industrias deberían tener un “diferencial» en la compra de combustibles. «Que si usted está certificado que es un pequeño empresario, que tiene 10 empleados y que necesita combustible, con un carné especial pueda recibir un subsidio», sugirió.
Por último, a los hondureños les dijo que deben mejorar la actitud y la aptitud, aprender a ahorrar un poco. «A veces gastamos innecesariamente, eso tiene que evitarse. Vivimos en un país pobre y debemos actuar conforme a nuestra posibilidad», cerró.
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