TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una invitación para que realice una jornada de corte de café o caña de azúcar hicieron, a través de las redes sociales, a Nelly Jerez, vicecanciller de Honduras.
El singular llamado respondió a unas declaraciones que concedió la funcionaria a una radio capitalina sobre la caravana de migrantes que partió en busca del «sueño americano».
«En Cancillería hemos hecho proyectos con la empresa privada y hemos convocado a los migrantes retornados. Las personas han llegado pero no quieren cortar caña de azúcar o café, quieren algo más«, expresó Jerez.
En virtud de ello, Samuel Martínez, conocido como «Moncho», y quien es un popular humorista hondureño, le envió un mensaje a través de Twitter. Le dijo que podría cambiar de lugar con los corteros y que estos reciban el salario que ella gana.
«Hola ministra, ¿por qué no hacemos un cambio? Usted se va a cortar caña de azúcar o café durante tres meses y con su salario de ese tiempo ayudamos a unas cinco familias que desean huir del país y les ponemos un ‘negocito’. ¿Qué le parece? ¿Acepta?», escribió.
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Más reacciones
Sin embargo, él no fue el único que retó a Jerez tras su comentario. También lo hizo el abogado Fausto Cálix, militante del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), quien la invitó a acompañarlo por siete días a tener las vivencias de un cortero.
«La reto a que vaya conmigo una semana, (no le pido más) a cortar café a una pequeña finca de mi familia. Se dará cuenta que lo que más puede ganar son 800 lempiras a la semana, a ver si aguanta los zancudos, trepar cerros y cargar un saco con más de 100 libras», plasmó.
Bartolo Fuentes, defensor de derechos humanos, también se pronunció al respecto e incluso desestimó otra consideración de Jerez, quien apuntó que el crimen organizado está detrás del éxodo masivo.
«Nelly Jerez todo el tiempo ha estado en esa dependencia del gobierno e ignora la situación de los migrantes; debería caminar y platicar con ellos», expresó Fuentes.
Y ahondó: «¿Qué interés puede tener el crimen organizado y los traficantes de personas de que la gente se movilice? Los coyotes nunca dejaron de trabajar durante esta pandemia. Los migrantes solo tenían L500 y ni siquiera podían comprar comida en el camino».
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