REDACCIÓN. El resfriado común es una infección típica de las vías respiratorias altas, causada por diversos virus, con síntomas muy incómodos, tos persistente, mocos (muchos), fiebre (no tan común), molestias en la garganta, etcétera.
En esta época del año, es una misión complicada no caer en sus garras, pues el descenso de las temperaturas, una alimentación pobre y el estrés con el que solemos cerrar el año, son ingredientes clave para debilitar el terreno y favorecer este tipo de infecciones oportunistas.
¿Qué podemos hacer para prevenir o recuperarnos rápido del resfriado y evitar caer en los medicamentos de farmacia? ¡Muchas cosas! Hoy Le contamos 4 remedios naturales más efectivos.
1. Cebolla
La cebolla es el gran remedio de la abuela, que ayuda a sacar mocos, a matar gérmenes y a respirar mejor.
Además de incluirla en los platos, una manera muy simple de utilizarla y efectiva igualmente es cortar una cebolla por la mitad y dejarla junto a la cama de la persona resfriada toda la noche. Los aceites esenciales de la cebolla pasan al aire y realizan una acción expectorante y antiséptica. El olor que deja en el ambiente no es lo más agradable, ya lo sé, pero, créeme, allí mismo radica su secreto y poder curativo.
Otra forma de utilizarla es tomarla en una infusión. Con un poco de miel no es nada desagradable de sabor y alivia mucho las molestias de garganta. Se puede ir tomando a sorbitos durante todo el día.
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2. Jengibre
Otro imprescindible de la despensa antirresfriados. El jengibre, además de calentar el organismo y reconfortarlo, es uno de los remedios más efectivos para aliviar la tos y expulsar la mucosidad y combatir la infección. No hay nada como un té de limón y jengibre cuando estamos resfriados.
3. Ajo
Al igual que la cebolla, este tesoro de la naturaleza no solo tiene propiedades antisépticas muy potentes, sino que también es un gran aliado del sistema respiratorio y pulmones, ya que promueve la fluidificación y expulsión de mocos. Además, el ajo refuerza el sistema inmunológico.
4. Alimentos ricos en vitamina C: perejil, pimientos crudos, crucíferas, berro y cítricos
Esta vitamina tiene una función inmunoestimuladora conocida y realmente fabulosa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es muy lábil, es decir, desaparece fácilmente de los alimentos por contacto con el oxígeno, con el calor o con la luz.
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