TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un temblor de 5.2 grados en la escala de Richter sacudió la zona norte y otras partes de Honduras ayer, miércoles, dejando una daños menores en estructuras y miedo en la población.
Según la Dirección del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS), el sismo fue de 5.2 grados de magnitud. Asimismo, sucedió a un kilómetro de profundidad a 31 kilómetros del oeste de San Pedro Sula en el departamento de Cortés.
Según explicó a Diario Tiempo el geofísico de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Manuel Rodríguez, este evento está relacionado al borde de las placas entre las del Caribe y de Centroamérica. El experto aseguró que esta es una área activa pero con poca frecuencia.
«Es una zona en la que ya han ocurrido y seguirán ocurriendo eventos«, dijo Rodríguez.
Asimismo recordó que cuando hay un sismo siempre se espera que hayan réplicas pero de menor magnitud. «Ya se reportaron unas réplicas de magnitud 3 y posiblemente hoy o en un par de días habrá más pero en el mismo rango».
«De que van a haber, van a haber; sin embargo no se sabe cuándo, eso es algo que no se puede determinar, no es como los otros fenómenos», añadió.
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Zona cercanas al borde de placas
De la misma manera, el geofísico afirmó que la zona del Caribe y del Valle de Sula, en específico, «son zonas muy cercanas a los bordes de placa que ya hay antecedentes de eventos grandes».
Recordó el sismo del Motagua en 1976, que sucedió en la falla del mismo nombre en la frontera entre Guatemala y Honduras y que fue de una magnitud arriba de 7. Pero explicó que los eventos de esa magnitud ocurren en periodos largos, es decir que para que suceda otro igual, deben pasar de 30 a 40 años. Mientras que los de magnitud 5 ocurren más seguido, cada 5 o 10 años.
Además explicó que un factor a considerar es la profundidad en la que ocurren.
«A veces ocurren sismos más grandes, de 7 u 8 pero a 100 km de profundidad, no se sienten. Sin embargo, los sucedidos en estas fallas se sienten porque son a pocos metros de profundidad», apuntó el experto.
Otro factor es el tipo de suelo que existe en el Valle de Sula, suelos de arenas que depositan los ríos. Estos «se asocian con un proceso que se llama Licuefacción que es la amplificación de las ondas y eso provoca que los edificios se hundan«.
Recomendaciones
Por otra parte, el geofísico de la UNAH hizo unas recomendaciones para que los hondureños estén preparados y sepan qué hacer antes, durante y después de un sismo.
Dijo que lo más importante es que las personas se mantengan informadas con las fuentes oficiales como la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) y CENAOS que es la voz oficial en ese tema.
Recomendó que antes del temblor es necesario que las personas sepan que en la zona en la que están van a ocurrir estos eventos.
«Es importante saber cuáles son las rutas de evacuación, puntos seguros y también recomiendo hacer simulacros para que no los agarre desprevenidos, sino que ya sepan qué hacer», señaló.
Durante el sismo es recomendable mantener la calma, no correr por que se pueden golpear, estar quietos, alejarse de ventanas, de objetos que puedan caer como lámparas que cuelgan y que si se caen pueden golpear a las personas.
Una vez que termine el sismo es recomendable revisar los edificios y las casas, «no entrar inmediatamente sino que esperar a que las autoridades confirmen que es seguro ingresar», finalizó.
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