ESTADOS UNIDOS. Seis migrantes hondureños murieron en un tremendo accidente automovilístico ocurrido en la ciudad de Texas, pero uno de los sobrevivientes, también hondureño, contó a Telemundo cómo ocurrió todo y los momentos de terror que vivió.
«El muchacho venía hablando por teléfono, y como que ya había hecho zigzag dos veces, le digo: ‘Este señor no puede manejar el carro», recuerda José, uno de los 30 migrantes que viajaban en el vehículo.
La minivan Ford blanca rodaba a unas 80 millas por hora sobre la autopista cerca de la frontera. «Ya como a siete kilómetros comenzó a temblar (la minivan) y el conductor se pasó de la calle, entonces frenó y ahí fue que nos dimos dos vueltas y fuimos a dar a un poste», relató en entrevista con Noticias Telemundo.
José es un inmigrante hondureño de 29 años que prefirió no dar su nombre real por temor a represalias, sobrevivió. El conductor y otras nueve personas murieron y más de una docena resultaron heridas en el brutal choque, que partió casi en dos el vehículo cerca de la comunidad de Encino.
En la camioneta viajaban 27 hombres y tres mujeres, la mayoría originarios de Honduras, aunque también había varios mexicanos y un guatemalteco, según las autoridades del condado de Brooks.
Tras el impacto, alrededor de la camioneta estrellada la hierba se llenó de cuerpos y sangre. “La gente gritaba, saqué a dos (del auto), uno como que estaba quebrado el pie”, dijo José.
Desesperación
«Intenté rescatar a mi amigo, pero cuando ya lo vi que estaba desmembrado del pescuezo, ya no hice nada. Me agarré corriendo y como otros tres muchachos me siguieron», cuenta el migrante, originario de Tegucigalpa, un lugar al que asegura no puede regresar por amenazas.
Un agente migratorio encontró a José en el monte, herido de la cabeza y con el labio partido. Fue trasladado a un hospital, donde le dijeron que había sufrido golpes internos en el cráneo y en la cadera.
Al preguntársele cómo se siente ahora, José indica que tiene dolor en la cabeza y el cuerpo, pero agrega que «Andamos al 100 de ánimos para seguir adelante».
Su viaje ha sido muy complicado, cuenta. En México lo secuestraron después de que las autoridades migratorias estadounidenses lo devolvieron a Reynosa, Tamaulipas, cuando intentó cruzar por el río Grande cerca de McAllen, Texas. Allí se hizo amigo de Jorge, el migrante que falleció en el choque en Encino.
«Cinco meses nos secuestraron, con el muchacho que se desmembró. Nos pidieron rescate, a mi hermana le pidieron 5,000 dólares para que me pudieran dejar ir. Y a él le pidieron lo mismo», afirma.
Investigan accidente
La investigación preliminar del Departamento de Seguridad Pública de Corpus Christi indica que la camioneta “intentó girar a la derecha a una velocidad insegura” desde un carril exterior, por lo que “se desvió de la carretera golpeando un poste metálico de servicios públicos y la señal de stop».
Al menos 20 heridos han sido trasladados a centros médicos en McAllen y Corpus Christi, algunos de ellos en helicóptero debido a la gravedad de sus lesiones. Cuatro se encuentran en situación crítica.
Las víctimas mortales eran seis hondureños, tres mexicanos y un guatemalteco, según explicó a Noticias Telemundo el sheriff del condado de Brooks, Benny Martínez.
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